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Voto de Jimmy McNulty:
3
6,4
21.437
Animación. Fantástico. Ciencia ficción. Bélico. Aventuras
Aventura post-apocalíptica protagonizada por nueve muñecos de trapo que deberán enfrentarse a unas máquinas gigantes si quieren preservar el futuro de la civilización. La historia transcurre en un futuro muy próximo. El invento conocido como la Gran Máquina activa y aporta energía a las máquinas que se han alzado contra la raza humana, diezmando a la población, antes de empezar a apagarse. El mundo pronto quedará destruido, pero un ... [+]
17 de diciembre de 2010
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Denominador común en todos los films que dirige, produce o en los que participa de alguna manera Tim Burton: Visualmente atractivos y de literatura vacua.
Lo malo es que en lo visual hace tiempo que Burton y su pandilla (estos directorzuelos, guionistas e ilustradores que viven a su abrigo y siguen su luminosa estela paternal) lo han dicho todo.
¿Que 9 está muy bien hecha? Sin duda. Como la placa base de mi ordenador o el microhondas que me calienta el Colacao por las mañanas, cuyos clones se extienden todo alrededor de la faz de la tierra sin que nadie repare en su originalidad y su visión creativa sin parangón y todas esas cosas tan bonitas que se dicen de Burton y los que crean desde su pobre perspectiva.
El argumento: Zzzzzzzzzzzzzz. (Spoiler)
Con ésta y Los mundos de Coraline (que respira la misma bochornosa carestía de novedades) ya llevo sobredosis de lentejas este año.
Lo malo es que en lo visual hace tiempo que Burton y su pandilla (estos directorzuelos, guionistas e ilustradores que viven a su abrigo y siguen su luminosa estela paternal) lo han dicho todo.
¿Que 9 está muy bien hecha? Sin duda. Como la placa base de mi ordenador o el microhondas que me calienta el Colacao por las mañanas, cuyos clones se extienden todo alrededor de la faz de la tierra sin que nadie repare en su originalidad y su visión creativa sin parangón y todas esas cosas tan bonitas que se dicen de Burton y los que crean desde su pobre perspectiva.
El argumento: Zzzzzzzzzzzzzz. (Spoiler)
Con ésta y Los mundos de Coraline (que respira la misma bochornosa carestía de novedades) ya llevo sobredosis de lentejas este año.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Un muñeco despierta un día en un futuro postapocalíptico sin saber qué sucede. Se da cuenta de que no está solo y hay otros muñecos como él rondando por las ruinas postapocalípticas. Através de éstos se entera de que hay una máquina supermegahipermala que hace cosas terribles y es su deber frenarla. A lo largo del desarrollo se va desvelando que los responsables del fin del mundo han sido... tachán!! los nazis... o bueno, un sucedáneo imaginario (no muy imaginativo) de éstos. Entre los muñecos hay un cobarde, un valiente (el prota, claro, qué te pensabas!), un tonto forzudo, otro que hace dibujos cuyo significado... tachán!! sólo se desvela al final!!, una chica... Y bueno, que al final... tachán!! vencen a la máquina y se pone a llover y dan a entender que hay un renacimiento de todo lo positivo y tal y que viva el ecologismo y la libre plantación de mar....
¿Que te suena todo? Sí, lo hemos visto un puto trillón de veces y puedo augurar, amigo, yo que tengo el singular poder de ver el futuro, que lo seguiremos viendo.
La cosa es que no puedo dejar de preguntarme durante todo el metraje que por qué coño la máquina supermala empieza a fabricar otras máquinas supermalas en un planeta donde todo está hecho añicos y donde no hay nada que destruir o conquistar salvo chatarra y cenizas. Es decir, en otras cintas-cliché de la misma guisa el supermalo codicia algo (ser el dueño del mundo, algún mineral extraterrestre, alguna chiquilla de buen ver a la que en realidad le mola el prota, que es más guapo y es mejor tío, etc.). El asunto es que aquí el malo es supermalo porque sí, por la puta cara, aun cuando no tiene más que unos muñecos de trapo diminutos sobre los que ejercer su estúpida maldad impostada. Digo yo que si, en un hipotético final alternativo los hubiese eliminado, después se habría aburrido infinito.
¿Que te suena todo? Sí, lo hemos visto un puto trillón de veces y puedo augurar, amigo, yo que tengo el singular poder de ver el futuro, que lo seguiremos viendo.
La cosa es que no puedo dejar de preguntarme durante todo el metraje que por qué coño la máquina supermala empieza a fabricar otras máquinas supermalas en un planeta donde todo está hecho añicos y donde no hay nada que destruir o conquistar salvo chatarra y cenizas. Es decir, en otras cintas-cliché de la misma guisa el supermalo codicia algo (ser el dueño del mundo, algún mineral extraterrestre, alguna chiquilla de buen ver a la que en realidad le mola el prota, que es más guapo y es mejor tío, etc.). El asunto es que aquí el malo es supermalo porque sí, por la puta cara, aun cuando no tiene más que unos muñecos de trapo diminutos sobre los que ejercer su estúpida maldad impostada. Digo yo que si, en un hipotético final alternativo los hubiese eliminado, después se habría aburrido infinito.