Es una versión bastante decente de este clásico de Shakespeare. A mi entender, el director ha querido acercar esta obra a aquellos que no la conocían, ofreciéndoles una cinta más moderna, actual, en la que atrapa con impagables escenas rojas como la sangre del campo de batalla en la que sólo se insinúan las figuras de los caballeros y las espadas en el aire enrarecido de humo procedente de bosques quemados, luchas encarnizadas a cámara lenta, cambios de cámara, furia incontenible e histriónica de los protagonistas... todo un despliegue cinematográfico, que a su vez, se maneja con gran contención y acierto, para hacer agradable y atrayente este drama fundamental acerca de la ambición y sus efectos destructivos.
Creo que vale la pena ver esta cinta si no conoces la obra y si la conoces también, ya que su despliegue visual y las potentes actuaciones lo merecen.