Peter Jackson termina la saga de Tolkien, y lo hace de forma excelente: con una tercera y última parte muy bien adaptada que no pierde el ritmo y que combina de forma genial las batallas épicas y las aventuras en las que se sustenta su trama. El círculo se cierra y Jackson lo cierra bien, sin dejar cabos sueltos y con una película de acción más que digna que deja muy atrás a la mayoría de las producciones hollywoodienses actuales, que emociona y conmueve y que deja básicamente satisfecho al fan de la saga (a pesar de los discutidos cambios a los que el director fue obligado). Aun así, siempre preferiré "La Comunidad del Anillo", la que mejor le quedó a Jackson, tal vez por ser la más fácil de rodar (y con esto no quiero decir que sea un mal director, que no lo es en absoluto).