El argumento de la película es absurdo y el director lo sabe. Por eso maquilla la película con unas escenas de acción sacadas de la nada para contentar al público al que va dirigida e intenta darle toques metafísicos con voces en off contando varias chorradas inconexas sobre un ángel, sobre libertad y el yo del individuo.

Todo es un maquillaje para que Snyder haga un pastiche para aficionados al Manga y a los videojuegos de acción y/o rol. Una película claramente dirigida a público masculino, friki del videojuego, y pueril en mentalidad cinematográfica.

En definitiva un despilfarro de dinero y medios para abastecer una historia que es incongruente y absurda.