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Voto de Constancio:
7
Romance. Comedia Tras asistir a un baile benéfico en un hotel, Leslie Steele, una joven de buena familia, se ve obligada a pasar la noche en el mismo, debido a la densa niebla de Londres. Las circunstancias le harán compartir habitación con un apuesto y cínico abogado divorcista, Everard Logan. (FILMAFFINITY)
4 de noviembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una sesión de maquillaje y peluquería a altas damas de la sociedad:
- ¡Uhy, pues no dicen los hombres que las mujeres solo pensamos en divertirnos, en cazar a un hombre rico, mentir, seducir, engañar y pintarnos las uñas a la menor ocasión...!
- ¡Ah! Pues es cierto, ¿no? (comenta otra mientras le están pintando las uñas de los pies).

Muy agradable comedia, muy bien interpretada y dirigida.
Es deliciosa pues está llena de estupendos diálogos, gags verbales muy estimables y una puesta en escena sutil, elegante y llena de pequeños detalles que hacen que el espectador se involucre en la divertida historia.
Una historia llena de equívocos, con los personajes jugando a despistar al otro, pero sacando a relucir sus verdaderos sentimientos cuando es necesario.
Los personajes se tornan entrañables, con un protagonista, el extraordinario Laurence Olivier, aquí en un bastante inusual papel involuntariamente cómico, y una exquisita Merle Oberon, una brillante actriz que, no obstante, está hoy en día, casi olvidada. Por su parte, el siempre excelente Ralph Richardson compone con maestría su simpático y atribulado personaje de marido presuntamente engañado por su ya tres veces anteriormente divorciada esposa.
Además, es en color la película, con un Technicolor hoy en día kitch, incoloro casi en televisión en algunos momentos, pero que le da un aire mágico a algunas escenas.
Gusta bastante y podría haber sido magnífica si no fuera por su parte final, quizás un poco deslucida, excepto el irónico epílogo, con esa diatriba de Olivier comentando acerca de una presunta casquivana mujer acusada de ello, que "la pobre mujer solo es culpable de eso: de ser mujer". ¡Toma ya!
Pero que conste que no es, en contra de lo que pudiera parecer, una película misógina, sino que, al contrario, rinde un claro tributo de superioridad a la mujer, que siempre, siempre, es la que tiene el sartén por el mango, quien se hace cargo verdaderamente de la situación. El hombre, en sus manos, es un pelele.
Algo que todavía puede ser objeto de polémica, pero que nunca ha dejado, en el fondo, de ser cierto.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2007/03/divorcio-de-la-seora-x-el-divorce-of.html
Constancio
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