......este debería ser el título de la próxima película de Sanchez Arévalo.
Su filmografía está repleta de personajes indecisos, indecisos en su verbo, indecisos en sus caminos, indecisos en su estabilidad emocional pero con clarividencia, cruda y estable, firme y pasional.
Toda su filmografía agrega nuevos desorientados, nuevos y viejos cruces como los dedos que se cruzan una y otra vez sobre un teclado pero narrando nuevas historias cada vez.

Echo en falta un renovado pulso narrativo, ya que la fórmula presentada en La Gran Familia Española es repetitiva, en cuanto a su estructura, con sus otros trabajos. A veces, eso de, si funciona mejor no tocarlo, no llena.

Pero su elocuencia a la hora de agrandar el pecho del espectador hace que, al final de su visionado, el buen sabor de boca,amargo y triste, feliz y lacrimoso, esperanzador y sonriente, se instale en el buen humor del rostro del bien estar.

No durará tanto en la memoria como el gol de Iniesta, pero durará dentro del buen gusto por un cine patrio.