Tengo que reconocer que gracias a la primera parte de "The Mandalorian" me interesé por el universo Star Wars al que antes no había prestado casi ninguna atención. Me enganché a ese Mandaloriano de cara cubierta y código inquebrantable y a ese Baby Yoda que me robó el corazón.

Con esta segunda temporada, este enganche ha ido cada vez a más. El vínculo entre el Mandaloriano y el pequeño Jedi se hace más y más fuerte, se crea una conexión muy especial entre ellos y empiezan a aparecer personajes más que interesantes, sobre todo esa Ahsoka Tano que me ha llamado la atención y que está maravillosamente interpretada y caracterizada por la siempre encantadora Rosario Dawson.

Pedro Pascal sigue en su línea de misterio con esa maravillosa e inconfundible voz dan do vida a ese Mandaloriano que está dispuesto a dar su vida por ese pequeño ser de orajes enormes que se adueña de su corazón.

Junto a él vuelve a repetir una Gina Carano que cada vez me gusta menos y me cae peor, un a actriz, luchadora de artes marciales que es muy limitadita como actriz. Por aquí aparecen también un atractivo Timothy Oliphant, Carl Weathers que se anima incluso a dirigir un episodio de la temporada, el elegante y roba escenas Giancarlo Esposito y el siempre agradable de ver Omid Abtahi.

Vuelvo a decir que el tema musical de Ludwig Göransson me parece ideal para el ambiente western espacial de la serie y yo me lo he pasado muy bien viéndola y deseo que llegue pronto la tercera temporada.
Un saludo,
Tess