"Doctor Foster" es una de esas series que dejan con mal cuerpo, o por lo menos a mí me ha dejado así. Una pedazo de serie británica interpretada por unos actores en estado de gracia que describe a la perfección cómo una historia de amor en apariencia maravillosa se puede convertir en toda una historia de puro odio y destrucción. Y cómo los que acaban pagando las consecuencias de los actos irresponsables e inmaduros de los adultos son siempre los más inocentes, los hijos, los menos responsables de nada.

He descubierto gracias a esta serie a una actriz impresionante, con una presencia física apabullante como es la inglesa Suranne Jones, quien se come la pantalla cada vez que sale y quien se hace cargo de gran peso de la serie. La actriz está perfecta y es responsable de gran parte del éxito de la serie que tuvo que realizar una segunda temporada después del enorme recibimiento que tuvo su primera temporada.

Suranne Jones es la doctora Foster, una señora que, aparentemente, es el paradigma de la mujer perfecta, pero que se comporta en un momento determinado de su vida como una auténtica mujer inestable psicológicamente.

Con ella tenemos a Bertie Carvel, estupendo como su marido pusilánime, cobarde y mentiroso, a Tom Taylor como su hijo adolescente en una actuación correcta y a Jodie Comer, muy de moda ahora con lo último del director Ridley Scott, "El último duelo", también verdaderamente correcta.

Todos los personajes que aparecen aquí son falsos, egocéntricos, sólo miran por su propio bienestar, sólo pretender salvar su pellejo y ninguno hace nada sin esperar recompensa a cambio, en definitiva, son todos bastante despreciables.
Muy buena serie, la recomiendo encarecidamente, no os arrepentiréis.
Un saludo,
Tess