Qué maravillosa película me he estado perdiendo todos estos años sin saberlo. Siempre la dejaba para otro momento, nunca me animaba a verla, aún sabiendo que era una de las películas favoritas de una persona que fue muy importante y especial para mí. Todo en ella es maravilloso, todos en ella parecían estar en estado de gracia en el momento de rodarla. Maravilloso el brillante trabajo que el director, el tristemente desaparecido Anthonny Minguella, hizo a la hora de adaptar una para mi insípida novela. El se enamoró de su historia y contagió su entusiasmo por ella a los productores. En un principio la productora sería la Fox, que quería a una actriz bien conocida para interpretar el papel de Katerine. Cuentan que la actriz Demi Moore estuvo muy encima de ella para poder llevarse el papel. Por su parte, la británica Kristin Scott-Thomas también estaba enamorada del personaje y, a pesar de que un primer encuentro con Minguella fue bastante desastroso, le envió una carta diciéndole que ella tendría que ser la Katherine de su libro. Al final Minguella acabaría apostando por ella, cosa que no gustó a la Fox que abandonaría el proyecto. Todo el equipo de rodaje estuvo varias semanas en Italia en vilo esperando a saber si finalmente el proyecto seguiría adelante o no. Finalmente, la productora Miramax se haría cargo del proyecto, dando luz verde al rodaje. Maravilloso una de mis debilidades, un Ralph Fiennes, quién pasaba todos los días unas 8 horas maquillándose para dar vida a su conde húngaro quemado. El inglés insistía en maquillar todo su cuerpo incluso para escenas donde sólo se vería su cara. El personaje antes comentado de Katerine cobra vida gracias a, como ya comentaba antes, una Kristin Scott-Thomas enamorada de su personaje. Nunca he visto tan bella a esta actriz, está perfecta, siempre había pensado que su mejor actuación estaba en "El hombre que susurraba a los caballos" pero me equivocaba, aquí está simplemente arrebatadora y con una enorme química con Fiennes. La francesa Juliette Binoche se hace cargo del personaje de Hanna, la enfermera que cuida de ese conde quemado, ganando el Oscar a mejor actriz secundaria. Comentan que la cara de mosqueo de Lauren Bacall en la ceremonia cuando anuncian que la guapa francesa le había quitado el premio era monumental. Qué queréis que os diga, yo creo que la Binoche se lo merecía. El guapo inglés de origen indio, Naveen Andrews, Willen Dafoe y mi adorado Colin Firth son otros secundarios correctos que completan este reparto de lujo. La música de Gabriel Yared es preciosa, la fotografía de John Seale enamora, y miles de detalles como ese dedal lleno de azafrán, esa cueva de los nadadores, ese hueco en la base del cuello de una mujer, esa canción popular húngara, hacen de esta película una auténtica maravilla, digna de pertenecer a nuestras colecciones de películas favoritas. Gracias, José Manuel, por hacer que finalmente la haya disfrutado.