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Voto de Antonio Morales:
7
Drama El general Escobar escribe sus memorias en la cárcel. La historia comienza con los hechos que desencadenaron la Guerra Civil española (1936-1939). (FILMAFFINITY)
21 de julio de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
“La muerte, a veces, más que un castigo, es una liberación”, afirma el general Antonio Escobar, sincerándose con su hijo. “Un soldado, debe estar siempre en su puesto” dice en otro momento en el que, para mí, sin duda, es el mejor papel de Antonio Ferrandis en su carrera profesional, absolutamente magistral: su rostro nos denota su angustia ante la tragedia, el tono de su voz su lucidez, su figura expresa en todo momento sus pensamientos, sus inquietudes, la encrucijada entre el deber, la lealtad a la institución y sus ideas morales y políticas (conservador y ferviente católico), un hombre digno y coherente con sus principios, que no teme al destino ni guarda rencor a nadie, porque tiene su conciencia tranquila de haber servido a su país: “Un millón de muertos entre hermanos”, se lamenta mientras se define como “un modesto guardia civil”.

Basada en hechos reales, esta emotiva película de José Luis Madrid, me parece muy honesta porque no va contra nada ni nadie, refleja una lectura compleja y nada simplista de los condicionamientos que propician el conflicto bélico. La película, de presupuesto ajustado para rodaje en exteriores, se desarrolla más en despachos y estancias donde asistimos a los movimientos y posiciones estratégicas de la guerra, utilizando el cineasta muy hábilmente material documental de los fondos de archivos (el entierro de Durruti, las barricadas de los milicianos, el éxodo masivo, el hacinamiento de mujeres y niños) que describen perfectamente la situación del país.

El coronel de la guardia civil Antonio Escobar se hallaba en Julio de 1936 en Barcelona, al mando de un tercio de la benemérita, cuando se produjo la rebelión militar. Tras horas de incertidumbre, se pone a las órdenes del presidente de la Generalitat Luis Companys y al mando de una columna de guardias civiles sofocó diversos focos de sublevación contra la República. El film reivindica la figura del biografiado, como ejemplo de integridad, un militar leal al poder legal constituido pero enemigo de la revolución comunista, como claramente se muestra en la cinta, Escobar teme por el orden social, una vez armadas las milicias de la CNT-FAI, arrasando conventos y fusilando sacerdotes, según la “justicia popular”.

La bonita relación sentimental del general con enfermera monja (Elisa Ramirez), nunca existió, aunque es admisible como equilibrio emocional del film, añadiendo un eslabón más humano a la trama. Por otra parte plagada de frases lapidarias: “Las órdenes, se cumplen no se interpretan, interpretarlas es corromperlas”, dice el general en otro momento maravilloso por la humildad y nobleza que presenta Escobar: “un general, es un hombre más”, “entender, es saber perdonar”. Todo ello constituye un deseo de que lo que ocurrió hace 80 años no se vuelva a repetir.
Antonio Morales
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