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Voto de Antonio Morales:
8
Drama Filme surrealista, todo un clásico del cine de arte y ensayo, una obra única y de culto, fruto de la poderosa imaginación de dos jóvenes mentes -Buñuel tenía 29 años y Dalí 25- poseedoras de un talento tan singular como genial. Según declaraciones del propio Luis Buñuel, "Un perro andaluz fue un film antivanguardista, nada te­nía que ver con la vanguardia cinematográfica de entonces. Ni en el fondo ni en la forma (...) también se iba a ... [+]
8 de octubre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante su estancia en la Residencia de Estudiantes de Madrid, Buñuel no había demostrado todavía ninguna vocación especial por el cine, es cierto que solía asistir junto a Lorca, Alberti y Dalí, que eran sus compañeros (¡Vaya grupo de genios!), a algunas proyecciones de películas de Buster Keaton, pero únicamente como entretenimiento. Todavía no había visto “Las tres luces” de Fritz Lang, la película que despertó en él el deseo de hacer cine.

En 1928, Luis Buñuel estaba ya interesado no sólo por el cine norteamericano, sino por la vanguardia europea, especialmente por los autores franceses. Fue entonces cuando comenzó a pensar en la posibilidad de realizar una película surrealista, y quiso compartir su proyecto con su amigo Salvador Dalí. El argumento pertenece a un sueño de Buñuel y a otro de Dalí, ambos actúan en la película como actores. La intención de ellos era producir con las imágenes un efecto epatante con el propósito de abstraer al espectador, según comentaba Buñuel en sus memorias: “trabajamos acogiendo las primeras imágenes que nos venían al pensamiento y rechazando sistemáticamente lo que viniera de la cultura o de la educación. Tenían que ser imágenes que nos sorprendiera, que aceptáramos los dos sin discutir (…) O sea que hacíamos surgir imágenes irracionales, sin ninguna explicación”.

La intención de Buñuel era que la concatenación de imágenes produjera un efecto, ya fuese de afinidad o de rechazo, en el espectador, no que éste realizase un infructuoso trabajo de psicoanálisis basándose en las imágenes. Ni aisladamente, ni en conjunto, existe una única y certera interpretación de lo que se ve en la pantalla. Se trata del resultado de un proceso creativo surrealista. Nada más. En cuanto al título, éste surgió tras ser desechado el de “Es peligroso asomarse al interior” que les pareció demasiado literario, y se inclinaron por “Un perro andaluz”, que era el título de un libro de poemas previamente escrito por Buñuel. Federico García Lorca creyó ya para siempre que el perro andaluz era él, opinión compartida por muchos estudiosos de sus biografías, pero cabe también la posibilidad, subrayada por la presencia de los burros en el film, de que el perro andaluz fuese Juan Ramón Jiménez, cuya estética desagradaba profundamente a los surrealistas, en especial la figura de Platero; hay que recordar aquí que Buñuel y Dalí enviaron una carta ese mismo año a Juan Ramón Jiménez calificando su obra de histérica, cadavérica y arbitraria, lo que dolió profundamente al poeta.

La película fue estrenada en París, ante un público en el que se encontraban Picasso, Magritte, Cocteau y Breton, y constituyó un gran éxito. Algunos afirman que Buñuel se había llenado los bolsillos de piedras para contraatacar al público, pero no fue necesario. Tras el estreno, Buñuel y Dalí fueron admitidos en el grupo surrealista. En mi opinión, más allá de cualquier discrepancia, lo que es evidente es que algunas de esas imágenes han quedado en nuestra memoria y quizá en nuestro subconsciente, formando parte de la Historia del cine.
Antonio Morales
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