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Voto de Antonio Morales:
8
Drama. Comedia. Romance Una joven de familia acomodada lleva a casa, para presentárselo a sus padres, a su novio, un médico negro con el que tiene la intención de casarse. A pesar de ser personas de ideas liberales, sus padres se sienten muy confundidos, especialmente el padre, que teme que un matrimonio interracial no traiga más que problemas a su hija. (FILMAFFINITY)
2 de enero de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente comedia dramática del productor y director Stanley Kramer, un cineasta siempre preocupado por polémicos temas, humanos y sociales. Con “No serás un extraño” abordó el tema de la medicina, en “La herencia del viento” abordó el fanatismo y la racionalidad, con “El proceso de Nuremberg”, el tema de la justicia nazi, y aquí en tono de comedia aborda el conflicto racial en los EEUU. La película es de 1967, en pleno apogeo de los derechos civiles, un año antes del asesinato de Martin Luther King en Menphis, Tennessee. Una comedia donde las miradas apuntan más que las palabras, los gestos desmienten los hechos, que destapa la doble moral, el cinismo de predicar con ideas progresistas mientras el problema no te afecte a ti. Porque en ese caso, se derrumban tus postulados y el asunto cambia totalmente. Saliendo a flote tus prejuicios más insondables, no cabe duda que una cosa es predicar y otra muy diferente, es ser coherente con tus principios.

Rodada prácticamente en estudio, goza de una magistral fotografía de Sam Leavitt y de la portentosa actuación de la pareja Tracy-Hepburn y unos estupendos secundarios. Sería la última actuación del veterano Tracy, muriendo poco después de finalizada la película. Narra cómo la jovencísima Joanna Drayton regresa de repente a casa de sus padres, poniendo inesperadamente fin a unas vacaciones en Hawai. Llega acompañada de un eminente médico viudo de raza negra, el doctor John Prentice (un excelente Sidney Poitier), que le lleva a ella unos años. Joanna piensa contraer matrimonio con el médico. La joven ha sido educada por sus padres – un abogado progresista y una moderna galerista de arte –, de un modo liberal, por lo que cree que casarse con una persona de color no debe representar problema alguno. Su compañero, en cambio, sabe perfectamente que una relación de este tipo, a principios de los años 60 en EEUU, puede ser una fuente inagotable de conflictos.

El encuentro de los progenitores de ambos prometidos y la presencia del afable sacerdote, amigo del viejo abogado, hacen que todos se replanteen las profundas convicciones sociales y humanas en las que cimentan su cultura y sus creencias. El matrimonio liberal formado por los espléndidos Spencer Tracy y Katherine Hepburn ven socavados sus sentimientos más íntimos cuando su hija les comunica su decisión. Un divertido alegato contra el racismo y la hipocresía que puede llevar a una persona a ser políticamente correcta y perfectamente infeliz. Una fábula en la que pretende triunfar el amor por encima de las diferencias del color y el estatus social. Una obra divertida, emocionante y lúcida. Y es que ya lo dice el sabio refrán: “Serás esclavo de tus palabras y dueño de tus silencios”.
Antonio Morales
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