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Voto de Antonio Morales:
9
Drama Robert Leffingwell es el candidato del Presidente de los Estados Unidos para ocupar la secretaría de Estado, pero antes debe someterse a una investigación del Senado, que decidirá si es la persona idónea para un cargo de tanta responsabilidad. Al frente del comité de investigación está el idealista senador Brig Anderson, que descubre que en su juventud Leffingwell estuvo vinculado a una organización comunista. (FILMAFFINITY)
5 de junio de 2013
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película viene a representar un ejemplo de los entresijos que se esconden tras las decisiones políticas de los dirigentes de muchos gobiernos. Intrigas, investigaciones, adulaciones, acusaciones y otras actitudes poco honestas que se practican de manera constante desde el poder, son puestas de relieve sin concesiones por Otto Preminger, el director de origen austriaco, que no gozaba de buena reputación ante lo que se consideraba oficialidad política norteamericana. Todos los personajes de este film actúan sin escrúpulos, a veces en la sombra, para apoyar o eliminar al candidato.

Se refleja, en definitiva una gran hipocresía en el mundo de la política, por lo que su mensaje sigue siendo actual, pues sólo hay que echar un vistazo a nuestro alrededor para comprobar que nada ha cambiado, seguimos sufriendo la amoralidad de la casta política. Volviendo a la película, la acusación de comunista resulta trascendental en un país de larga tradición en “La caza de brujas”, y este tema lo sabe explotar Preminger sabiamente. Con todos estos ingredientes, el director expone de manera directa las vicisitudes de cada personaje, al mismo tiempo que crea un denso thriller político en el que todos tienen algo que ocultar.

En efecto, se nos ofrece un perfecto retrato psicológico de cada político, salidos de la más pura realidad de las instituciones: un portavoz elocuente, un adulador en segundo plano, un candidato honrado en principio, y un adversario prepotente y quisquilloso. Los agudos diálogos y las chispeantes frases en especial las del opositor Cooley, senador orgulloso e irónico, cuyas pesquisas son esenciales para la trama. Esta se hace absorbente, como corresponde a una historia realista sobre la especulación del poder político, también puede interpretarse como un film coral que se centra en la dificultad de unos hombres (con sus virtudes y sus miserias) para tomar una decisión justa, aunque yo me inclino por lo expuesto anteriormente, un pretexto para recrear el corrupto mundo de la política.

Finalmente destacar el extraordinario elenco de actores porque gracias a ellos, la película se hace muy amena a pesar de su larga duración, con un Henry Fonda sobrio y sereno como es habitual en él, y un extraordinario Charles Laughton que lo borda. Preminger pasará a la historia como uno de los cineastas que mejor analizó los temas más escabrosos de la sociedad americana: la política, la justicia, “Anatomía de un asesinato”, las drogas, “El hombre del brazo de oro”, y rodeado de grandes artistas, Sam Leavitt, fotografía y Saul Bass con los títulos de crédito.
Antonio Morales
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