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Voto de Antonio Morales:
7
Drama Tres generaciones de una familia se reúnen un fin de semana. Las hermanas, Sanne y Hedidi, han aceptado que su madre, enferma terminal, desee poner fin a su vida antes de que su estado empeore. Pero según transcurre el fin de semana, la decisión de la madre resulta cada vez más difícil de aceptar y viejos conflictos salen a la superficie. (FILMAFFINITY)
6 de febrero de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bille August tras “Pelle el conquistador” y “Las mejores intenciones” con guión de Ingmar Bergman se convirtió en el mejor discípulo del cine heredado del maestro sueco, luego atravesó un periodo irregular e incierto con su etapa americana, “La casa de los espíritus”, “Smila, misterio en la nieve” y la excelente “Los miserables”. Tras su vuelta al cine europeo destaca este drama humano conmovedor, volviendo a las raíces de su cine más propio e interesante. Excepcional película por su calidad descriptiva que sintetiza espléndidamente uno de los pasajes más crudos y dolorosos en la vida de una familia danesa. “Corazón silencioso” tiene la virtud de saber plantear y resolver una temática harto delicada como es la eutanasia, y haciéndolo además con rigor y sobriedad, huyendo de fáciles sentimentalismos estridentes. Esther (Ghita Norbi) es un entrañable anciana que padece una enfermedad incurable y degenerativa, aprovechando la Navidad reúne a sus seres queridos en su casa de campo que comparte con su marido Poul (Morten Grunwald) para comunicarles un acuerdo mutuo.

A la vivienda acuden sus dos hijas de ideas antagónicas: la mayor, Heidi (excelente Paprika Steen), acompañada de su esposo Michael y su hijo adolescente Jonathan, representando un matrimonio adulto y acomodado; y la menor, Sanne (Danica Curcic), que se presenta con su novio Dennis, una pareja atípica. También se persona Lisbeth, una vieja amiga de la infancia de Esther. El propósito de la reunión familiar que durará un par de días, es despedirse de todos ellos una vez celebrado el día de Navidad, y una vez que vuelvan a sus asuntos, junto a su esposo con el que ya tiene acordado un plan, es llevarlo a cabo de la forma más natural posible. Sin ser un film exclusivamente sobre la eutanasia, no cabe duda de que opera como detonante dramático de lo que plantea, que no es otra cosa, que un relato sobre las relaciones familiares en una situación límite.

A lo largo de esos días, a ratos alegre pero siempre sombrío, los personajes realizan un profundo examen de conciencia, influidos por la situación crítica a la que se enfrentan, cada uno de ellos arrastra sus propios problemas personales que irán apareciendo a medida que transcurren los días de convivencia mutua. August nos muestra una puesta en escena académica y arraigada con el paisaje con una fotografía hermosa, aunque puede parecer previsible, la película está cargada de aliento humano y poético. Con un estilo inspirado en el maestro sueco, nos recuerda la misma suntuosidad escénica, la misma concentración en retablos, idénticas crispaciones familiares, contrastes luminosos, la influencia del clima y el paisaje con una deslumbrante fotografía. La fluidez de la progresión emocional, deriva hacia un planteamiento en el que el espectador saque libremente sus conclusiones sobre lo planteado, porque el cineasta se limita a exponerlo sin tomar partido. Cine europeo de calidad, lleno de sensibilidad y realismo para espectadores adultos que buscan algo más que entretenimiento.
Antonio Morales
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