Once Fallen es una película triste, muy triste. Es la historia de seres caídos que buscan afecto y compañía y éstas les son completamente esquivas. Si no fuera por la poderosa interpretación de un Ed Harris soberbio, sobrio y conmovedor, ésta película no me hubiese interesado en lo más mínimo. El amor filial puesto a prueba en las más difíciles circunstancias; la lealtad y la decencia a costa del más alto de los sacrificios, y todo desde un ambiente lúgubre y malsano. Pequeña y extraña película, muy al estilo del cine independiente, pero que goza de muchos momentos rescatables.