Otra más de vampiros.
El director sueco Alfredson presenta con este filme una historia más para engrosar la lista sobre vampiros chupasangres. Para ello ha contado con dos jóvenes y poco conocidos actores, de su misma tierra natal, para desempeñar los papeles principales, el niño protagonista y la joven vampira. Su interpretación y compenetración a lo largo de la película resulta agradable y convincente pero sin merecer tanta alabanza y consideración.
El guión es original, desarrollando una historia que entretiene pero nada más.
Los efectos especiales estan muy bien conseguidos con escenas sangrientas perfectas y bien hechas.
La musica y fotografía son acertadas y junto con los efectos, anteriormente señalados, son lo mejor de la película.
El problema es que la historia no da más de sí, siendo una más de vampiros entretenida y punto final.
No consigo entender por qué tanto galardón y tanta pasión por esta producción, que en mi humilde opinión sólo sirve para distraer al espectador en un rato de aburrimiento.
Una cinta trabajada pero que no merece una reevisión ni en sueños.
¿Pelicula de culto? No estoy de acuerdo.