Una pareja de irritantes tarados (Jack Black y Mos Def), son habituales del videoclub de un viejo propietario de una destartalada vivienda que los bancos amenazan con derribar. Mientras el viejo (Danny Glover) busca soluciones renovadoras del negocio, deja a cargo del videoclub a los dos ineptos que de manera inverosímil consiguen borrar todas las cintas del establecimiento. Ahora deberán en tiempo record volver a grabar cada una de las películas por sus propios medios.

Absurda, sin gracia, con moralina... un producto cochambroso y edulcorado que no se salva ni con ese final tan devoto hacia el cine.
Gondry no parece Gondry (¿echará de menos a Kaufman?) y el resultado es sorprendentemente malo. No me gusta que me tomen por tonto, y esta película no solo lo hace, sino que adopta la idiotez como virtud repartida entre esas "buenas" y "amables" gentes de barrio pobre, pero con almas candidas, y... bueno no sigo porque podría vomitar. Qué asco.

Y lo siento mucho, pero ese final, calcado de "Cinema Paradiso", pero infinitamente tramposo y falso, no salva la cinta.

Parece un capítulo de Barrio Sesamo pero con la idioticia como estandarte.
Solo hay una cosa mas triste que querer hacer reír y no conseguirlo, y es intentar alcanzar un emotivo llanto y solo provocar arcadas.