La trama nos situá en Montana 1889. Lo mejor que hace Jared Moshe, su director, es aprovechar el entorno donde se desarrolla la acción. Por lo demás nada nuevo. Se produce un robo, le sigue una injusticia, parece que se va conseguir ajusticiar a los malhechores, traición y resolución.

Lefty (Bill Pullman), siempre timorato y a la sombra de su amigo con el que ha cabalgado durante décadas, Edward Johnson (Peter Fonda), emprende una búsqueda para vengar la muerte de su amigo cuando ambos cabalgaban juntos, en busca de los cuatreros que habían robado unos caballos, y hacían planes para cuando Edward se fuera a Washington. Para ello cuenta con la ayuda de Tom ( Tommy Flanagan) y de un joven e inesperado Jeremiah (Diego Josef). Su intento sale regular y aparece un nuevo elemento que hace que Lefty se convierta en el anti héroe, traición vs lealtad.

La película consigue que el espectador pase un rato entretenido con unos elementos muy utilizados, pero no se hacen pesados o monótonos. Robo de caballos, asesinato, persecución a los cuatreros y asesinos, los malhechores son capturados, surge una nueva trama de traición que es superada con una lealtad infranqueable.