Es una película que ofrece todo lo contrario al cine comercial al que ya estamos tan acostumbrados. Por eso, no es para todos los públicos. Es muy poco convencional en cuanto a presentación del argumento, a ratos absurdo y a ratos tan trascendente. Además, en ningún momento te haces a la idea de como puede terminar algo así pero sabes que te sorprenderá por original y así es. Es una historia de amor y drama, vida y muerte en vida con un trasfondo que invita a reflexionar sobremanera. Atreverse a ser uno mismo y decir lo que sentimos aunque cueste. Si un mensaje queda claro es que la felicidad reside en nosotros y en como vemos la vida. Solo cuando no hay motivos para vivir eres capaz de apreciar la vida y afrontar los miedos y pensamientos que te perturban de la forma que lo hace este film, para ello los directores usan un cadáver multiusos y un humor que roza lo absurdo y fácil (pedos y erecciones ¿se puede ser mas original?). Suicidio, una persona que se siente mas muerta que viva por su rutina (lo mas interesante es subirse a un autobús y mirar a la chica que le gusta la cual parecer tener una vida), al final todos necesitamos amor y a alguien que esté ahí cuando le necesitemos. Somos seres sociales. Está llena de matices y mensajes sin ser un guión recargado. Visualmente atractiva, tiene mérito ya que la idea de la película es el vacío y se trasmite perfectamente. Las interpretaciones de Paul Dano y Daniel Radcliffe son muy buenas, especialmente la de Daniel Radcliffe, no debió de ser fácil hacer de muerto y consigue no encasillarse como actor. La complicidad de ambos también es muy buena. La música es muy acertada. En definitiva, si quieres dejarte llevar por una enajenación mental te animo a verla.