...y no es porque yo ignore que existe el inframundo de los yonquis que se chutan porque les dé la real gana, y las razones que tengan son cosa suya; si lo hacen por desesperación, por escapar de una vida demasiado cruel o, como en el caso de esta película, sencillamente porque les sale de las pelotas. Muy bien. La vida con frecuencia es una mierda, ya lo sabemos. Cada cual elige su modo de vivir o de morir, o de vivir muriendo, o de morir viviendo. Allá cada uno.
Como dije en mi crítica a "Requiem por un sueño" (película que sí me pareció casi peliculón), la sociedad nos tienta con muchos sueños de prestado que a menudo son espejismos y que comercian con nuestra dignidad, y que favorecen que nos enganchemos a muchas cosas. Ahí entra la ignorancia, o la voluntad de cada uno. Pero bueno, aquí partimos de la premisa de que estos tíos y tías se drogan porque quieren. Vale.

Que sí, que existen muchos tipos de adicciones. No sólo la heroína, la cocaína, el crack, el éxtasis o cualquier cosa química de ésas. Hay quien no toma drogas pero se engancha a maltratar y agredir a los demás (como uno de los personajes). Hay quien se engancha al Valium, que es una droga socialmente aceptada (sí, vale, que no quito que la peli tenga sus buenas frases pronunciadas con aire supuestamente nihilista). Hay quien se engancha a la televisión. Hay quien se engancha al fútbol. Hay quien se engancha al móvil. Hay quien se engancha a Internet. Sí, bla bla bla bla, todos sometidos a esta mierda de sistema que engulle nuestra personalidad, que nos esclaviza y nos anula... Y cuando descubrimos lo contingentes que somos, lo poco que valemos, cuando llegamos a la conclusión de que todo es una mierda... Pues nada, a renegar de todo y a buscar una forma de vida mucho mejor y más satisfactoria a través de las adicciones más fuertes. Ser muy rebeldes o dárselas de ello. Sí, qué divertido, qué irónico... Qué diálogos tan ingeniosos, hay que ver lo que saben estos chicos, todos hablan como si se leyeran todos los días a Kafka...
Y no digamos ya que, si ya de por sí la peliculita no me llega, encima esas escenitas gratuitamente escatológicas (porque a mí me da la impresión de que ya Boyle con eso buscaba aumentar el efectismo barato) pues no me animan a continuar el visionado. Y no es porque ignore que la gente se vaya de bareta en las sábanas o que te dé un retortijón y tengas que hacer de vientre en el primer wáter que encuentres. Eso a cualquiera le pasa. Pero buscar el humor a través de ello, o tal vez recurrir al "culo-caca-pedo-cagalera" para intentar mostrar a lo que se puede llegar o lo bajo que se puede caer... Que no, Boyle. Que a mí no me convences, que no me engañas con tus trucos para captar adeptos.