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Voto de Vivoleyendo:
9
Thriller. Drama. Intriga Basada en hechos reales. Tras el asesinato de varios atletas israelíes por el grupo terrorista palestino "Septiembre Negro" durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, un agente especial del Mossad tuvo que ejecutar una misión altamente secreta: asesinar a los responsables. (FILMAFFINITY)
20 de abril de 2009
37 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Israel decidió aplicar la ley del Talión tras el atentado de las olimpiadas de Munich, puso en movimiento una maquinaria clandestina que daba carta blanca para una caza de brujas. La finalidad: asesinar al líder de Septiembre Negro, la organización terrorista que planificó el atentado de Munich, y a los secuaces que participaron en el acto. En total, once objetivos identificados y señalados para ser borrados del mapa.
Un grupo de hombres fue designado para realizar la peligrosa misión. Algún agente del Mossad, otros que poseían ciertas habilidades o capacidades adecuadas para el cometido… Pero ninguno de ellos había visto las orejas al lobo de la forma en que se las iban a ver en el futuro. Nada podría haberles preparado para lo que les aguardaba.
Convertirse en asesinos con la bendición de su patria.
Israel estaba ansiosa por demostrar su fuerza ante el mundo.
Spielberg recrea con su precisión y minuciosidad acostumbrada uno de los episodios de odio exacerbado entre Israel y Palestina, entre judíos y musulmanes. Nos trae al presente aquel hecho que hizo temblar al mundo y que provocó una reacción punitiva que dejó baños de sangre y carnicerías por buena parte de Europa y parte de Oriente Próximo.
Mientras los Juegos Olímpicos seguían en marcha (ya con su mensaje de paz roto y mancillado), mientras todos iban regresando a su vida normal, había quienes no olvidaban y que estaban consagrados por completo a eliminar de la faz de la Tierra a sus enemigos.
Un reducido equipo de hombres, con sus antiguas identidades borradas, se sumerge en los subterráneos del crimen a gran escala y en los entresijos del terrorismo. Se les ha contratado para ser máquinas de matar. Deben buscar informadores y contactos fiables que les faciliten el paradero de sus objetivos a liquidar, y que les proporcionen alojamientos y materiales necesarios. El dinero no es un problema; el Estado paga en dólares americanos. Y nadie debe sospechar que son israelitas que trabajan para su gobierno.
Hombres corrientes convertidos en criminales, aprendiendo el arte de matar. Tienen miedo, vacilan cuando llega el momento de disparar, de activar el control remoto que hará estallar la bomba. Sienten compasión. Pero tienen que vencerla y apretar el gatillo o pulsar el botón. Y cada vez se hunden más, mientras la ruina moral, el deterioro psíquico, el desgaste, las dudas y el remordimiento los van aplastando poco a poco. Y la misión es mucho más correosa de lo que parecía. Y por cada persona que matan, viene alguien aún peor a sustituirla. Y las represalias.
Ellos también se convierten en punto de mira.
Los fantasmas y la paranoia se dejan sentir, junto con la añoranza del hogar y de la familia.
Avner, el eficiente jefe del grupo, está dejándose el alma y la vida por algo que le está robando las únicas cosas valiosas que tiene.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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