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Voto de Vivoleyendo:
6
Drama. Romance En torno al Pont Neuf, pese a su nombre, el puente más antiguo de París, se desarrolla una fascinante historia de amor entre dos vagabundos: Alex y Michelle. Él es un frustrado artista de circo a causa de su adicción al alcohol, y ella es una pintora que ha sufrido una dolorosa ruptura sentimental y, además, se está quedando ciega. Entre ellos nace un sentimiento cada vez más fuerte de mutua dependencia. (FILMAFFINITY)
26 de octubre de 2010
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Marginación, indigencia, personas perdidas y alejadas de la civilización, un antiguo puente en reparación, el cielo de París, el Sena cuajado de reflejos y el viento húmedo.
El Pont Neuf, cortado al tráfico y a los transeúntes por unas obras de restauración, es la residencia de dos sin techo a los que se incorpora Michele, una mujer que vaga con sus harapos y su carpeta de retratos pintados por ella. Alex, un muchacho que carga con demasiada miseria a sus espaldas, y cuyo horizonte se reduce al puente, a los hurtos, al alcohol y a tomar tranquilizantes para poder dormir, incluye en su quebrado universo emocional el amor por la chica. Michele padece una enfermedad ocular que la está dejando ciega, y en su desesperación por la oscuridad que va apagando el mundo ante sus ojos, se abandona a las calles y, junto con Alex, descubre que el amor es un eficaz paliativo de las penas.
La relación de los dos vagabundos se desarrolla, áspera y dura, peligrosa y tierna, entre la suciedad de los desperdicios, los malos olores, las luces nocturnas en el Sena, la intemperie, el viejo mendigo compañero de Alex, y esa extrañeza de los días sin horas, sin planes, nada más que deslizarse casi invisibles para apañarse algo de comida, bebida y ropa bajo el París trepidante de la gente que circula en sus tareas de costumbre. El Pont Neuf ejerce un adictivo hechizo. Los amantes regresan a él, como al único hogar que está reservado para dos parias que sólo se tienen el uno al otro en su particular y alucinógena estancia en los infiernos.
Un romance en el margen, a orillas del París de los que tienen casa, dirección, familia, amigos, trabajo, esa rutina del orden, la limpieza, el confort, los planes, el estrés, la calidez de unas paredes protegidas de los elementos. Carax filma a los que se acuestan en el suelo o en los bancos tapados con telas viejas, plásticos y cartones, quienes se han quedado fuera de la circulación por haber descarrilado.
Y la noche será suya, los fuegos artificiales del segundo centenario de la Revolución danzando alocadamente sobre las aguas del majestuoso río, la locura de noches etílicas sin nada más que perder, sin otra posesión personal que la necesidad de estar juntos en las tinieblas.
Vivoleyendo
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