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Voto de Vivoleyendo:
10
Drama Alvin Straight (Richard Farnsworth) es un achacoso anciano que vive en Iowa con una hija discapacitada (Sissy Spacek). Además de sufrir un enfisema y pérdida de visión, tiene graves problemas de cadera que casi le impiden permanecer de pie. Cuando recibe la noticia de que su hermano Lyle (Stanton), con el que está enemistado desde hace diez años, ha sufrido un infarto, a pesar de su precario estado de salud, decide ir a verlo a ... [+]
25 de enero de 2008
15 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bienvenidos al parsimonioso viaje de Alvin Straight, un hombre que ha vivido lo suficiente como para saber que ya no tiene mucho que perder. Que ya no le queda un gran futuro que esperar, sino todo un pasado que recordar. Que la prisa es para los jóvenes imperiosos que están impacientes por beberse la vida.
Tal vez llega un momento en que las acciones pasadas se miran desde otro ángulo. En que lo superfluo se desecha y se conserva lo esencial. Las rencillas por cualquier motivo que ahora se antoja banal y que separaron a personas que se amaban, van quedando atrás. Los defectos que antes exasperaban en esos seres, se van dejando de lado y van dando paso a las virtudes.
Y está uno mismo con su vejez a cuestas. Año tras año que rememorar, con su carga de alegría y de dolor. Y uno ha aprendido, mejor o peor, a sobrellevar la carga.
En este viaje hacia la reconciliación con uno mismo y con el mundo y hacia el perdón de un hermano, ese anciano testarudo ha tomado la decisión de aventurarse en un solitario periplo de reflexión y de reencuentro con su yo, para tratar de rescatar todo lo que merece la pena, todo lo que estaba relegado en el cajón de los asuntos pendientes. Y, sobre todo, porque tras tantas revueltas del camino recorrido en siete décadas, la conclusión a la que ha llegado este hombre con la mirada cargada de experiencia, melancolía y picardía, es que en esta vida el amor es lo más importante. No importa cuántos silencios se hayan entrometido entre él y su ser querido. Cada kilómetro recorrido es un paso menos hacia la liberación, hacia las estrellas que aguardan que ambos hermanos las contemplen juntos otra vez.
Desde Iowa, un estado del Medio Oeste característico por sus extensos cultivos y sus granjas (que en su día fue también escenario de la inolvidable "Los puentes de Madison"), Alvin se dirige hacia su destino en Wisconsin, el "estado de las fiestas", para reencontrarse con su juventud añorada y tratar de compensar el tiempo perdido en una dolorosa separación.
Imágenes sosegadas, desarrollando una filosofía existencial en la que la ancianidad se muestra desde una luz melancólica y esperanzadora, resuelta y cargada de experiencias, y dotada de un toque de humor que despierta las sonrisas con frecuencia. El ocaso de una vida entera narrado con el poder de una fotografía envolvente y poderosa, de unos diálogos concisos y de una banda sonora con un tacto country.
La vejez es como los campos, como los cultivos que crecen en ellos; se toman su tiempo, no se les puede meter prisa... Hay que dejarlos en manos de la sabia madre naturaleza. Y Alvin ya sabe que también la existencia de los seres humanos a menudo es mejor dejarla en manos de la sabia madre naturaleza y no obsesionarse tanto en tratar de forzar y alterar su ritmo ancestral.
Vivoleyendo
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