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Voto de Vivoleyendo:
8
Intriga. Drama Los Angeles,1928. Christine Collins (Angelina Jolie) es una madre soltera cuyo hijo desaparece sin dejar rastro. Algunos meses después, la policía le comunica que ha encontrado al niño, pero, nada más verlo, Christine se da cuenta de que no es su hijo. Sin embargo, está tan confundida que se lo lleva a casa, aunque exige que continúe la búsqueda de su verdadero hijo. Tachada de loca e incapacitada por la policía, por fin encuentra un ... [+]
7 de abril de 2009
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi madre recuerda, como si fuera ayer, aquella vez en que uno de mis hermanos, que era muy pequeño, se perdió durante unas horas y finalmente apareció en el cuartel de la guardia civil. Había abierto él solo la puerta principal y había salido a la calle, porque creía que mi madre no estaba en casa (ella estaba en ese momento en el baño conmigo) y salió a buscarla por su cuenta (todo eso lo dedujo mi madre por lo que él le contó después). Ya en la calle, no supo cómo volver y anduvo perdido y llorando hasta que una mujer se fijó en él y lo llevó al cuartel, porque él no sabía decirle dónde vivía. Desde el cuartel avisaron a mi madre por teléfono (ya habían dado parte de su desaparición).
Mi madre describe aquellas horas terribles de búsqueda como algo semejante a una agonía.
Lo veía todo como a través de un velo, estaba aturdida, atascada, y su mente era incapaz de funcionar. Y esa sensación de ahogo, de dificultad para respirar. Decía que era como si se estuviera muriendo, como si todo el cuerpo fuese a fallarle en cualquier momento.
Cuando volvió a tener a mi hermano en sus brazos, fue como haber vuelto a nacer.
Después, estuvo enferma durante una semana. La reacción de su mente y de su cuerpo había sido tan intensa durante esas horas de sufrimiento, que estuvo padeciendo fiebre y náuseas hasta que se estabilizó.
Todavía se estremece al recordarlo. Han pasado treinta años.
Me estremezco cuando veo a Christine Collins pasando por el calvario de no saber nada del paradero de su único hijo y, por si eso no fuera bastante, siendo pisoteada, agredida y vejada por una policía brutal y corrupta hasta los huesos, por un sistema que se esfuerza más en sacar tajada, tapar sus propios errores y ofrecer una imagen de impoluta eficiencia, que en preocuparse por la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. Me llevan los demonios cuando contemplo con asco infinito todo lo que son capaces de hacer las almas podridas si la finalidad es perpetuar su propio poder. Aunque para ello tengan que pasar por encima de la ley que tanto pregonan.
Me revuelvo de rabia cuando se destapa un caso de tal envergadura donde está de por medio un gran complot de extorsiones, mentiras, negligencias y crímenes impunes.
Christine Collins, cuando se negó a someterse, y fue tratada como si fuese basura, y clamó sin tregua con la ayuda de personas hartas de tantas injusticias, tiró del extremo de una cuerda manchada de inmundicia, y dejó expuesto ante toda la ciudad de Los Ángeles lo que muchos ya sabían: que estaban sometidos a la cruel dictadura de unas autoridades brutales.
Con un gran manejo de la intriga y de la tensión, Clint pone el vello de punta con este escalofriante relato de unos hechos acaecidos entre la década de los veinte y los treinta en California, y que conmocionaron y destrozaron a muchas víctimas, y cuya portavoz fue una mujer que nunca perdió la esperanza y que jamás se rindió.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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