Una película sobre fenómenos paranormales encarada de manera muy distinta a lo que Hollywood nos tiene acostumbrados, ya que la cinta se ocupa de centrar su historia en el debate entre las explicaciones científicas y los fenómenos paranormales. Así "Luces rojas" no es un filme de terror convencional donde lo sobrenatural se apodera de la pantalla todo el tiempo, pues si bien aparecen esos sustos fáciles surgidos de subidas de volumen y de apariciones sorpresas, la cinta se dedica más a proponer debate donde la razón se enfrenta a la superstición.
En parte la película es interesante en sus planteos en donde se muestra que mediante estudios científicos se trata de desenmascarar fraudes paranormales, pero lamentablemente Rodrigo Cortés equivoca el camino al presentar una historia bastante confusa, con diálogos poco comprensibles y con muchas lagunas que quedan en el tintero. A ello hay que sumarle la sobreactuación de un Robert De Niro que no está a altura del nivel interpretativo al que siempre nos tuvo acostumbrados. Por suerte Cillian Murphy y Sigourney Weaver logran darle algo de convicción a sus respectivos roles, así el relato gana algo de credibilidad.
Mención aparte al desenlace de la cinta, el cual es un giro sorpresa y que genera algo de polémica. A mí particularmente me pareció una salida original y aceptable que levanta en algo el nivel de una historia que está narrada de manera confusa, lo cual hace que uno como espectador se pierda en muchos pasajes y que no encuentre las explicaciones necesarias a muchos baches argumentales que lamentablemente aparecen en el relato.
Un 5 bajo, más que nada por el original planteo del filme de enfrentar a aquellos creyentes en lo paranormal con los que piensan que todo ello es un fraude desplegado con trucos de ilusión. Hubiese sido una idea con mucho potencial de haber sido narrada con mayor claridad y si Cortés no hubiera complicado tanto su historia con diálogos inconducentes.
Párrafo aparte para el debut del argentino Leonardo Sbaraglia en Hollywood, no lo hace mal, aunque su papel es bastante secundario como para analizarlo con más detalles.