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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
8
Drama Nina (Natalie Portman), una brillante bailarina que forma parte de una compañía de ballet de Nueva York, vive completamente absorbida por la danza. La presión de su controladora madre (Barbara Hershey), la rivalidad con su compañera Lily (Mila Kunis) y las exigencias del severo director (Vincent Cassel) se irán incrementando a medida que se acerca el día del estreno. Esta tensión provoca en Nina un agotamiento nervioso y una confusión ... [+]
18 de junio de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Nunca podrás cumplir ni complacer las expectativas de los demás. Tienes que intentar cumplir las tuyas". Sabio consejo de un entrenador de baloncesto que jamás escuchó el personaje interpretado con mano maestra Natalie Portman. Acostumbrado a verle en papeles más ligeros, ha sido una agradable sorpresa esta magnífica actuación y debo quitarme el sombrero ante ella.

Darren Aronofsky presenta un escenario de ballet con una capacidad única de convertir el día a día de una compañía de bailarinas en un infierno psicológico digno de lo mejor de ese maestro nunca lo suficiente ponderado llamado Alfred Hitchcock. Creo que al británico le hubiera encantado el personaje enmascarado por Portman, una delicada criatura que sin embargo va a descubrir su lado oscuro a través de la representación del cisne negro.

Como atinadamente escribió Carlos Boyero, la protagonista se ve lanzada a un abismo por las extrañas compañías que la rodean, incluyendo una posesiva y vampirizadora madre, a la par que un director más preocupado en la iniciación sexual de sus danzarinas que en sus pies ligeros. Y en las sombras, una joven promesa que amenaza con quitarle el papel que tanto ha luchado por lograr, encarnada por una gran Mila Kunis, el espejo y reverso tenebroso en el que se mira la delicada esfigie de una Portman en estado de gracia.

Su ritmo es asfixiante y hay escenas donde verdaderamente uno se remueve ante la butaca, ante el viaje psicológico y físico que hacemos con el cisne blanco obligado a transformarse en negro, en una danza que en algunos momentos puede pecar de efectista, pero que indudablemente es una de las mejores películas del pasado 2010.

No importa en lo absoluto que seamos entendidos o no en el arte refinado de la danza, la cinta logra un objetivo maravilloso. Los adeptos se sentirán complacidos de la pasión que Aronofsky da a esta expresión artística, mientras que los que somos menos duchos, nos sentimos cautivados e interesados en saber más.

Muy, muy asfixiante y desagradable por momentos. Y muy, muy buena.
El Libanés
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