Cayó primero la irreverente "Padre de familia" y luego varios programas más derivados de la serie madre. Seth MacFarlane se ha atrevido con todo, incluyendo la pantalla grande y el proyecto de "Ted", una comedia mucho menos transgresora de lo que se vendió, si bien con un excelente rendimiento en taquilla que le llevó a lograr una secuela.

Entre medias, el humorista logró incluso salir en persona en "Mil maneras de morder el polvo", una comedia paródica de muchos de los clichés del género western, además de varios guiños a la cultura freak ("Regreso al futuro" incluida). Lo primero que llama la atención es la capacidad de captación de estrellas del producto: Charlize Theron, Liam Neeson, Neil Patrick Harris, Amanda Seyfried, etc.

En este sentido, me gustaría destacar a Giovanni Ribisi, un intérprete con mucha personalidad y gran capacidad para sacar jugo de roles secundarios. Villano inquietante y perturbador en "Ted", aquí hace un personaje diametralmente opuesto, consiguiendo ser siempre divertido este versátil intérprete.

Lo increíble es que aquí el bueno de Seth se olvida de que una de las claves del humor es reírse de uno mismo y comete la osadía de querer ser el bueno, el pistolero afortunado y quien se lleva a la chica de buen corazón. Brillan más los secundarios que él mismo en esta sátira que lleva algunos de sus denominadores comunes, incluyendo el abuso indiscriminado de flashbacks y la escatología.

Una pena porque había material para hacer algo realmente ácido.