Es difícil, y seguramente injusto, salir del cine con un cierto regusto de decepción después de ver una película tan grandiosa e interesante como ésta, sin embargo varios son los motivos que fundamentan este poso.

El gran problema es que cuando uno espera una obra maestra y se encuentra un film sobresaliente, que no llega a la excelencia esperada, pero si alcanza unas cotas de calidad y disfrute óptimas. Pero es que después de ver "Shame", después de ver alguna de las interpretaciones de Michael Fassbender, después de ver algunas críticas, después de conocer la carrera de Steve McQueen, .... esperas lo máximo, y desde luego, no llega, aunque lo roza.

A lo tremendo de la historia lo acompaña una brutal interpretación de Chiwetel Ejiofor, un muy buen ritmo, pero sobre todo un naturalismo exento de cualquier tipo de adorno estilístico o sentimentaloide (vamos que nos movemos en el extremo opuesto de "Lo imposible") que creo que constituyen el gran acierto de un film que pretende ser referencia de películas sobre la esclavitud.

Hay momentos portentosos de gran naturalidad en su conjunto , y otros de un simbolismo excelso (esa carta que se quema ...), tiznados con momentos de hondo dramatismo y tensión (latigazos,hijos que se separan, ....) pero todo ello desde un reallismo exento de oropeles que golpea secamente pero sin recrearse.

Quizás, por decir algo, sea esa ausencia, desnudez, de "trucos" lo que a veces hace que un espectador tan adocenado necesita ciertos recursos para emcionarme, y yo quizás siento que no he llorado lo que tenía que haber llorado viéndola, y que no se me ha puesto el nudo en el estómago que debiera, pero no por ello está exento de méritos el film.

Respecto a las interpretaciones, tras el excelso Ejiofor, al personaje de Fassbender creo que no se le saca el partido que pudiera, ni la interpretación que debiera, aunque constituye una buena caracterización de un ser atormentado, me gusta Lupita Nyong, pura verdad, y también muy bien Benedict Cumberbatch, y ni fu ni fa Brad Pitt y su personaje

El resto bien, y ni tan siquiera molesta el autoplagio de Hans Zimmer con las notas más íntimas de "Origen" mezcladas con tintes musicales de "Shame".

Magna obra, con estilo propio, tono adecuado, tensión y de gran interés. Recomendable, y una de las referencias del año fílmico.