Pocas películas causan el nivel de turbación que provoca "Take Shelter", cuya traducción podría ser "Refugiarse, ponerse a salvo".

Una persona normal, con una mujer normal, en un entorno normal, que lleva una buena vida, empieza a ver como poco a poco su cerebro se va apoderando de él. Todo esto se cuenta de manera pausada, sin buscar el susto fácil, pero si intentando transmitir al espactador la angustia de su protagonista, cuya vida se ve conducida a una espiral que afecta a su familia, sus amigos, pero sobre todo a él mismo, incapaz de controlar sus pulsiones, y obsesionado por una catástrofe venidera.

Todo en el film es convincente, real, casi naturalista, en una historia que va poco a poco degenerando para terminar en un climax que se desarrolla dentro de un refugio y que supone no solo un momento importante del film, sino del cine en general, donde el espectador es momentaneamente convencido y partícipe de que la locura puede ser real.

Grandes interpretaciones de Shannon (nadie encarna mejor la maldad y la bondad al mismo tiempo) y Chastain (de una dulzura a la vez que firmeza arrolladoras) rodeados de un ambiente rural magistralmente descrito, y unos secundarios más que veraces.

Gran película, una de las imprescindibles del cine USA reciente. Obligatoria.