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Voto de Francisco Javier:
9
Animación. Aventuras. Comedia. Infantil Carl Fredricksen es un viudo vendedor de globos de 78 años que, finalmente, consigue llevar a cabo el sueño de su vida: enganchar miles de globos a su casa y salir volando rumbo a América del Sur. Pero ya estando en el aire y sin posibilidad de retornar Carl descubre que viaja acompañado de Russell, un explorador que tiene ocho años y un optimismo a prueba de bomba. (FILMAFFINITY)
9 de noviembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Deja volar tu imaginación. Bienvenido al universo Pixar, donde todo pasa, donde todo es posible. Up te sumerge a lo más profundo del corazón y saca lo mejor de uno mismo, el lado más humano. Supone la vuelta a la niñez con la madurez de un adulto. Perspectivas distintas que, sin embargo, se juntan en una pequeña obra maestra que tiene como protagonistas ambos extremos de la vida. Carl, un pobre anciano sin nada que perder, pero con una gran pérdida, la de Ellie, y la del sueño de ambos. Solitario, pesimista, independiente, decide embarcarse en su propia aventura personal. Russell, un niño sin escrúpulos, aventurero, revolucionario y, sobre todo, inocente, decide acompañar a Carl hasta lo más profundo de nuestras almas.

En ella encontramos una fotografía de escándalo, sublime, donde la animación le pega una hostia a la realidad y funde su tortazo con escenas llenas de magia, donde lo que importa es saber sentir y disfrutar, y no solo ver. Los paisajes de Venezuela abren un abanico de colores, de selvas, de desiertos, de montañas y de cataratas que provocan vértigo al espectador por la belleza que esconden en cada secuencia. La historia, como la casa, se mantiene sola, volando por la mente de cada uno de nosotros y pulverizando las críticas a los detalles más insignificantes para entender Up como un todo, como una visión de la realidad que ninguno ve y que todos entendemos. Realmente poco importa lo que se cuente; importa la belleza con la que la historia es contada. y no puede ser más bella si no es a través de los ojos de Carl, el viejo que nos conquistó la sonrisa y nos robó el corazón durante los diez primeros minutos de la película. Una auténtica oda al mejor cine mudo, lleno de emociones que traspasan la coraza humana y provoca lágrimas en los más insensibles.

Cada vez que Pixar consigue cosas así yo me alegro. Por el cine. Por ver esto como una realidad, como algo posible. Como una máquina de hacer cumplir sueños. Como si todos y cada uno de los globos de Up jamás pudiesen pincharse y el mundo de Pixar, en las nubes, pudiera seguir así muchísimo más tiempo. Up define lo que significa triunfar en el cine, no solo para el resto, sino para sí mismo. Hacer posible un trabajo de este calibre es algo que muy poca gente puede disfrutar hoy en día.

Reviviría ver Up por primera vez hasta la saciedad, una y otra vez. Reviviría los diez primeros minutos de la película, el amor entre Carl y Ellie, el amor entre Carl y Russell, el amor entre el cine y la fotografía, el amor entre Pixar y el público. La conexión entre lo que es bueno y lo que el público aprecia como bueno. La diferencia entre ver una película y ver Up. La diferencia entre hablar de Pixar y hablar de cualquier otro.

Lo reviviría y nunca me cansaría. Y creo que esa es la esencia de Up.
Francisco Javier
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