Infierno azul es un drama dirigido por Jaume Collet-Serra, director de Sin identidad, Non-Stop (Sin escalas), Una noche para sobrevivir, y El pasajero; todas protagonizadas por Liam Neeson.

Nancy (Blake Lively) hace un viaje a una isla escondida en México donde su madre iba a hacer surf, con el fin de sentirse más cerca de ella. Tras meterse en el mar a cierta profundidad se encuentra con un tiburón blanco que le impide llegar a la orilla.

Blake Lively se encuentra ante uno de sus mejores papeles. Es de admirar el trabajo de interpretación realizado por la actriz, ya que en todo momento se encuentra ella sola ante la cámara, frente a la que tiene que expresar sentimientos muy extremos, acorde con las situaciones.

Además de la gran actuación de la protagonista, el otro punto fuerte del filme es la fotografía tan espectacular que tiene. La belleza de la isla paradisíaca de aguas cristalinas y calmadas, contrasta con el peligro que acecha dentro.

La película sería prácticamente perfecta si no fuera por los efectos especiales con los que han hecho al tiburón. Cuando aparece de cuerpo queda muy postizo, y parte de la tensión desaparece al romper la atmósfera de realidad que intenta crear la cinta. Sin embargo, cuando sólo aparece la aleta del animal, o simplemente con ciertos movimientos de cámara y la banda sonora, se consigue enfatizar la sensación de peligro y suspense.


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