Muy buena cinta que nos muestra un intenso drama que involucra a varias personas alrededor de la propiedad de una casa. Se añade a este cuadro otros elementos como el orgullo, la xenofobia, la injusticia y otros puntos que hacen que este film sea altamente recomendable.
La película tiene una secuencia bien estructurada y hay muchas escenas muy bien logradas. Mención especial para las brillantes actuaciones de Jeniffer Connelly, la de Ben Kingsley y la de Shohreh Agdasloo, quien sorprende desempeñando con calidad su papel. Tal vez Ron Eldard desentona con relación a los actores mencionados pero su bajo nivel no le resta méritos a esta cinta.