El protagonista ve la realidad con un solo ojo y así la ve la cámara para nosotros, de modo que un pestañeo segnifica claramente algo; también comenta la realidad, en este caso nosotros oímos sus pensamientos (en off) pues no puede hablar.
La escafandra representa el "encierro" en que ha quedado el protagonista después de un accidente cerebrovascular, la mariposa su propia imaginación que sigue libre a pesar de sus incapacidades. El planteo cinematográfico es muy original así como la muestra de asombrosa dedicación e ingenio de los que cuidan del enfermo. Ya hemos visto otra película de un cuadripléjico que quería morir, pero éste, en peor estado, sigue viviendo gracias a la dedicación de sus cuidadoras y a la confección de un libro en que cuenta su experiencia letra por letra.. Una película que, obviamente, no es de acción ni puede serlo, pero que tiene otros valores con un conjunto de actores y actrices asombroso y una buena banda sonora.