La cantidad de premios que ha logrado este filme no sólo indica su buena factura sino también la preferencia de los espectadores norteamericanos por las películas de psicópatas y de la violencia en el cine como el sumo entretenimiento, en la antigua tradición del "far west". Los efectos de sonido le dan una gran contundencia a las escenas de violencia, aderezadas con generosas imágenes sangrientas. El psicópata (Javier Bardem) es un hábil cazador de recompensas encargado de recuperar el dinero y funciona como un superhombre o un robot que tiene la capacidad de curar sus propias heridas, y su omnipotencia y omnipresencia es la del mismísimo Diablo. No faltan, desde luego, los mexicanos como pueblo primitivo e ilegal que se filtra por la frontera, como en aquella película de Orson Welles: "Sed de mal". Adaptación de una novela de Cormac McCarthy, ubicada en los años 80.