Dos hermanos diametralmente opuestos, el estudioso y pulcro Matt (Eric Lively) y el "rebelde" John (Oliver Hudson) deciden pasar un divertido fin de semana junto a algunos amigos en la cabaña que su difunto tío tenía en una isla. Entre sus acompañantes se encuentran la atlética Nicki (Michelle Rodriguez), novia de y ex novia de su hermano John (lo que causa el consiguiente conflicto entre ellos), Noah (Hill Harper) el juerguista y graciosillo del grupo y Sara (Taryn Manning), el otro contrapunto femenino. Una vez allí descubrirán con terror que la isla se encuentra plagada de perros rabiosos.

Todo es tan horrendo en este bodrio que es difícil empezar por algún punto concreto, empecemos por el guión, el cual ofrece algunas de las frases más vergonzantes oídas en una película de terror actual... y ya es decir. Además la dirección resulta demasiado telefilmesca (en el sentido más despectivo posible) y las supuestas escenas de acción y suspense resultan redundantes y aburridas. Para colmo las actuaciones son por igual irritantes y horrendas, como ejemplo sirve la cojera de quita y pon del personaje de Michelle Rodriguez o la insufrible actuación de Hill Harper. Al final no queda otra que ponerse de parte de los sufridos perros y que acaben con este esperpento y con sus odiosos protagonistas.