After nos narra el reencuentro entre tres viejos amigos que llevan tiempo sin coincidir y cuyas vidas han transcurrido por distintos derroteros. Estos amigos son Manuel (Tristán Ulloa), Julio (Guillermo Toledo) y Ana (Blanca Romero), tres seres tan desgraciados como violentos, insensibles y faltos de cariño (en ocasiones uno no sabe si sentir lástima por ellos o simplemente desidia). La película realiza un cruel retrato de una generación que parecía tenerlo todo pero que, quizás por ello, ha entrado en una espiral de desesperanza y desazón que los convierte en personas despreciables y con carencias más que evidentes.

Dos son los puntos más acertados de esta producción, por un lado destaca la excelente labor de dirección, por otro las notables interpretaciones llevadas a cabo por Ulloa, Toledo y Romero. Sin embargo, resulta complicado que el espectador pueda simpatizar (tampoco creo que ésa sea la intención) con los protagonistas, ya que los mismos resultan tan desagradables que poco nos importa su devenir. Aun así, es interesante la forma (independizando las historias de cada uno y viendo la trama común desde distintos puntos de vista) de narrar tan malsano guión. Y es que no tenemos que estar de acuerdo con lo que se nos muestra para apreciar el talento con que se ha realizado este trabajo.