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Voto de Antonio Elx:
10
7,2
86.246
Thriller. Acción. Drama. Cine negro
Durante el día, Driver (Ryan Gosling) trabaja en un taller y es conductor especialista de cine, pero, algunas noches de forma esporádica, trabaja como chófer para delincuentes. Shannon, su jefe, que conoce bien su talento al volante, lo mismo le busca directores de cine y televisión que criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose la correspondiente comisión. Pero el mundo de Driver comienza a cambiar el día en ... [+]
30 de junio de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevaba ya mucho tiempo, en concreto un año y medio, sin escribir una crítica en FilmAffinity (ni en cualquier otro sitio), y creo que este es un momento ideal para retomar la elaboración de críticas cinematográficas.
Principalmente porque me vuelve a apetecer, a pesar de la falta de tiempo a veces, y porque he madurado como persona y como cinéfilo. He estado echándole un ojo a mis críticas y me doy cuenta de que a día de hoy no escribiría ninguna de ellas de igual manera a como lo hice entonces. Algunas incluso las eliminaría para volver a escribirlas; porque me parecen demasiado cortas y carentes de "chicha" argumental, porque debería haber hecho una valoración personal más amplia, o porque sencillamente me plantearía de manera diferente su redacción. Creo que no lo haré porque es una genial manera de ver como he ido evolucionando a lo largo de los años. Por todas estas cosas quizás me sienta tan motivado para volver a escribir.
Muy probablemente esta sea la crítica más personal de todas las que he escrito hasta ahora, y no es casualidad que escriba todo esto al hablar sobre "Drive". Una película que me ha recordado a cuando tenía 16 ó 17 años y empecé a ver cine clásico y a descubrir joyas como "La dolce vita", "Forajidos" o "Ser o no ser". Por así decirlo, quería "volver por todo lo alto" escrbiendo sobre una película que me ha llegado tanto como esta.
Es imposible que me hubiera gustado más, mi sorpresa fue mayúscula, se convirtió automáticamente en una de mis películas favoritas, y a día de hoy no he visto una película mejor desde el año 2011.
Drive me mantuvo enganchado a la pantalla de principio a fin. Con un comienzo muy potente y de mucho estilo que te clava a la butaca. La escena de la huida en coche está magníficamente rodada, a base de giros bruscos de la cámara, planos generales y planos desde dentro del coche al estilo videojuego arcade. La fotografía es buena y se aprecia desde los créditos iniciales con esos planos del skyline de Los Ángeles, los acantilados y otros barrios de la ciudad. Otro elemento que hace su aparición estelar al principio es la banda sonora, que acompaña magistralmente durante todo el metraje lo que ocurre en pantalla, incluso expresa sentimientos de los personajes o pensamientos que pueda tener el propio público. Esa música de sintetizadores y efectos también va acorde a los decorados, neones, ropa y coches, todo de estilo muy ochentero. La estética y la música del filme son, para mí, un tributo al cine de aquella época.
El reparto hace un buen trabajo en general. Ryan Gosling hace una interpretación muy comedida, muy "a lo Humphrey Bogart", pero que transmite veracidad en todo momento. Mención especial para Albert Brooks, que simplemente lo borda en su papel de perro viejo mafioso.
Principalmente porque me vuelve a apetecer, a pesar de la falta de tiempo a veces, y porque he madurado como persona y como cinéfilo. He estado echándole un ojo a mis críticas y me doy cuenta de que a día de hoy no escribiría ninguna de ellas de igual manera a como lo hice entonces. Algunas incluso las eliminaría para volver a escribirlas; porque me parecen demasiado cortas y carentes de "chicha" argumental, porque debería haber hecho una valoración personal más amplia, o porque sencillamente me plantearía de manera diferente su redacción. Creo que no lo haré porque es una genial manera de ver como he ido evolucionando a lo largo de los años. Por todas estas cosas quizás me sienta tan motivado para volver a escribir.
Muy probablemente esta sea la crítica más personal de todas las que he escrito hasta ahora, y no es casualidad que escriba todo esto al hablar sobre "Drive". Una película que me ha recordado a cuando tenía 16 ó 17 años y empecé a ver cine clásico y a descubrir joyas como "La dolce vita", "Forajidos" o "Ser o no ser". Por así decirlo, quería "volver por todo lo alto" escrbiendo sobre una película que me ha llegado tanto como esta.
Es imposible que me hubiera gustado más, mi sorpresa fue mayúscula, se convirtió automáticamente en una de mis películas favoritas, y a día de hoy no he visto una película mejor desde el año 2011.
Drive me mantuvo enganchado a la pantalla de principio a fin. Con un comienzo muy potente y de mucho estilo que te clava a la butaca. La escena de la huida en coche está magníficamente rodada, a base de giros bruscos de la cámara, planos generales y planos desde dentro del coche al estilo videojuego arcade. La fotografía es buena y se aprecia desde los créditos iniciales con esos planos del skyline de Los Ángeles, los acantilados y otros barrios de la ciudad. Otro elemento que hace su aparición estelar al principio es la banda sonora, que acompaña magistralmente durante todo el metraje lo que ocurre en pantalla, incluso expresa sentimientos de los personajes o pensamientos que pueda tener el propio público. Esa música de sintetizadores y efectos también va acorde a los decorados, neones, ropa y coches, todo de estilo muy ochentero. La estética y la música del filme son, para mí, un tributo al cine de aquella época.
El reparto hace un buen trabajo en general. Ryan Gosling hace una interpretación muy comedida, muy "a lo Humphrey Bogart", pero que transmite veracidad en todo momento. Mención especial para Albert Brooks, que simplemente lo borda en su papel de perro viejo mafioso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
A mí me encandiló ese personaje que no se sabe de dónde sale, que no sabemos qué más hace en su vida a parte de conducir y trabajar en un taller, por no saber, ni tan siquiera sabemos su nombre. Pero un día conoce a Irene y su mundo cambia. La suya es una historia de amor basada en la sutileza, las miradas y los silencios. Tras la vuelta del marido de Irene de prisión, nuestro personaje accede a ayudarlo a saldar una supuesta "deuda pendiente" con Bernie, a él le importa una mierda el tipo, pero hará lo que sea para proteger a Irene y Benicio. Con el trabajo fallido en el que muere Gabriel, "The Driver" se sumergirá en una espiral de violencia descontrolada contra la banda de Bernie. La utiliza sin vacilaciones y cuánto sea necesario, es como si en el momento que sabe que Irene y Benicio están en peligro, se transformara por completo. Lo creemos capaz de hacer cualquier cosa (esa chaqueta con un escorpión a la espalda es algo más que auorepresentativa).
Hay escenas que me erizaron los pelos por lo maravillosamente bien filmadas que están y por su alta capacidad expresiva, los movimientos de la cámara, los planos, las luces y la música (parece que haya sido grabada a conciencia para esta película), hablan por los personajes cual narrador en una novela. Y la escena que me arrancó lágrimas, rabia y fascinación a partes iguales es aquella en que la pareja de vecinos se halla en el ascensor junto a un matón de la mafia, él la besa y vemos como el tercer personaje desaparece del encuadre y la luz se centra sobre ellos, hay silencio, acaba el beso y Refn nos hace creer por un momento que los dos están solos en el ascensor. Es entonces cuando The Driver emplea esa violencia suya contra el tipo y contra su cabeza.
El destino conduce a los personajes a la muerte y la desgracia, un destino tan crudo como inevitable por duro que sea de afrontar. Ese destino también separa a nuestra pareja protagonista, por suerte o por desgracia. Me queda el gusto amargo de saber que se separan, pero dulce por que ambos viven.
Y allá marcha nuestro llanero solitario, de la misma manera que el Jinete Pálido, "Harmónica" o Shane.
Hay escenas que me erizaron los pelos por lo maravillosamente bien filmadas que están y por su alta capacidad expresiva, los movimientos de la cámara, los planos, las luces y la música (parece que haya sido grabada a conciencia para esta película), hablan por los personajes cual narrador en una novela. Y la escena que me arrancó lágrimas, rabia y fascinación a partes iguales es aquella en que la pareja de vecinos se halla en el ascensor junto a un matón de la mafia, él la besa y vemos como el tercer personaje desaparece del encuadre y la luz se centra sobre ellos, hay silencio, acaba el beso y Refn nos hace creer por un momento que los dos están solos en el ascensor. Es entonces cuando The Driver emplea esa violencia suya contra el tipo y contra su cabeza.
El destino conduce a los personajes a la muerte y la desgracia, un destino tan crudo como inevitable por duro que sea de afrontar. Ese destino también separa a nuestra pareja protagonista, por suerte o por desgracia. Me queda el gusto amargo de saber que se separan, pero dulce por que ambos viven.
Y allá marcha nuestro llanero solitario, de la misma manera que el Jinete Pálido, "Harmónica" o Shane.