Haz click aquí para copiar la URL
España España · Somewhere Far Beyond
Voto de Richy:
6
Cine negro. Intriga Michael O'Hara (Orson Welles), un marinero irlandés, entra a trabajar en un yate a las órdenes de un inválido casado con una mujer fatal (Rita Hayworth) y queda atrapado en una maraña de intrigas y asesinatos. (FILMAFFINITY)
20 de mayo de 2013
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi primer acercamiento al mítico Orson Welles ha venido con “La dama de Shanghai”, filme de intriga subyugante con una encandiladora Rita Hayworth a un año de divorciarse de Welles y sin perder la belleza clásica de “Gilda” (1946).

El filme, alabado por crítica y público con el paso del tiempo, cuenta una historia de enrevesadas intrigas en las que se ve metido Michael O’Hara (Welles), un marinero irlandés veterano de la SGM que salva de un atraco a Elsa Bannister (Hayworth) una noche en Central Park. El marido de Elsa, Arthur Bannister (Everett Sloane), lo contrata para gobernar su yate en un viaje de recreo, y conoce al socio de Bannister, George Grisby (Glenn Anders) y a un detective privado, Sidney Broome (Ted de Corsia). Las conspiraciones y las intrigas empezarán a sucederse metiendo de por medio a Michael, personaje algo tétrico pero honrado y con escasa personalidad.

Welles relata la historia de forma sobria, oscura y tenebrosa, dando a los personajes un aura de misterio y al relato una consistencia ambiental poco común en el cine de la época, al igual que los encuadres que en algunas ocasiones ofrece Welles de primeros planos o de secuencias concretas. En ese aspecto, se puede decir que la cinta es innovadora y original en su formato, aunque no lo sea en el contenido.

La trama se desarrolla de forma lineal y clara en un principio, pero se va complicando a medida que el relato crece y requiere una buena dosis de concentración para retener todos los nombres y las relaciones entre ellos. Llega un momento en que se disfruta más del cómo se cuenta la historia que del cómo va a acabar. Welles es consciente del impacto visual de una buena historia, y como ejemplo nos regala un memorable clímax de pura belleza estética, de una ejecución tan asombrosa como innovadora.

Rita Hayworth se encarga de dar el toque glamouroso a la oscura cinta de su por entonces marido, con una cancioncilla cantada por ella mientras mira hacia el infinito, con unos ojos empañados en lágrimas de colirio.

Recomendable.
Richy
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow