Nunca pensé que diría esto, pero que me guste más la interpretación que hace Ashton Kutcher de Steve jobs que la que hace Michael Fassbender debería ser delito, pero es así. la película aquella sería todo lo malo que queramos, pero por lo menos el Kutcher tenía la decencia de intentar parecerse al Jobs, cosa que Fassbender, sacando el último tramo de película, no.

Sé que Aaron Sorkin está considerado uno de los mejores guionistas que hay en la actualidad pero no lo soporto, todas sus historias consisten en poner a dos personas discutiendo y gritando mucho entre ellas cosas muy muy inteligentes, para que la gente piense que listos son todos, cuando lo que discuten tiene tanto o menos interés que un debate de GH. Es la misma fórmula que usa en The newsroom de la que esta película parece un capítulo alargado. Hasta sale Jeff Daniels para acabar de confundir.

Si el único interés que parece tener la película es la relación que Jobs tiene con su hija, con sus enfados, sus reconciliaciones, sus te quiero mucho o sus odios a muerte, me parece poco. Para eso haberse inventado un personaje y contarnos lo mismo y la película seguro que me hubiese gustado más.

En la dirección haría la misma función cualquier director poco conocido, pues apenas se nota la autoría de Boyle en casi ninguno de sus planos, solo se limita a poner a dos personas discutiendo y andando de aquí para allá. Por lo menos en 127 horas, que también me pareció una película floja, tiene suficientes hallazgos visuales para hacerla interesante. En esta, sacando la escena final, y no porque se acababa la peli, no.