Prestos como aves rapaces, los productores de la saga "Crepúsculo" se han lanzado a la segunda parte para que los picores y efervescencias juveniles para/con la historia y la memez pálida e interpretativa del tal Pattinson no decaigan.
Si bien la primera parte poseía nimias virtudes (no piensen más allá de los efectos especiales y/o visuales), aquí todo desaparece y ante nosotros un desierto de cine, ideas y talento. Se trata de ordeñar la ubre de la vaca, sin más tacto ni respiro, hasta que se agote (no sé cuántas partes durará).
Historia farragosa, inútil en sí misma, carente de un mínimo de coherencia o sentido, es un film estúpido (no pienso escribir nada sobre el saqueo/profanación que sobre el mito vampírico se ejecuta), arbitrario y tan fugaz como un relámpago. Y eso que la jodida película dura dos horas y pico. ¿Otra bazofia, no, amigo Txarly?.