The Children

Dos familias que están de vacaciones con los niños, empiezan a pasarlas canutas cuando estos, al parecer poseídos por alguna enfermedad comienzan, primero a portarse de forma extraña y luego atacando mortalmente a sus mayores, ora con un trineo, ora con un cuchillo o con lo que pillen a mano.
Aburrido e interminable bodrio, contado a través de planos que en la mayoría de los casos parecen van a mostrarnos algo interesante y que se cortan con un golpe sonoro quedándose en nada, eso sí, muy bellamente fotografiados, con estallidos farragosamente editados de piojosa y pueril violencia (por lo escasa y tramposa, imagino que en los tiempos que corren seria políticamente incorrecto mostrar como matan a un niño), acompañados por una molesta banda sonora, que a la hora de metraje, ha conseguido hacerte desear que se acabe cuanto antes, trayéndotela al pairo quien viva o quien muera o cual es el origen del comportamiento de los angelitos.
Paul Andrew Williams, el autor de esta historia, parece ser que vio rechazada la propuesta que había presentado a los productores de 28 días después, para la tercera de la saga y que al parecer era una especie de precuela.

Viernes 5 de marzo, 5:30 pm, Multicinemas Torres Lindavista. Se continúa explorando la forma de sorprender al público asiduo a este género, así como aquél que no se especializa en él; hoy esa búsqueda alcanza a los pequeñines que como “innovación” les han dado el rol antagónico con particularidad sanguinaria, que toman cualquier objeto y comienzan a matar sin un argumento sólido, la situación más criticable, creo yo.

Indudablemente ante películas como la presente, la tensión como espectador existe, pero eso no hace una película buena; se necesita de mucho más para decir que es por lo menos interesante. Hay ejercicios igual de chafas que generan la misma tensión (El proyecto de la Bruja de Blair) y no les han puesto una categoría mayor en la escala filmatera.

A parte de inverosímil, fue ridícula y sumamente cuestionable; por algo este guión fue ignorado (afortunadamente) por la saga inglesa del exterminio iniciada por Danny Boyle.

¿Qué pasa con el terror inglés? Van dos o tres que no inspiran más que te salgas de la sala (tal y como ocurrió con algunos asistentes) o bien terminarla con mucho esfuerzo de voluntad.