Broken City

Quizá no sea una película para todos los públicos, ya que las tramas políticas no se caracterizan por ser precisamente entretenidas.

Pero con el tema de la corrupción y la calidad de nuestra clase política, tan candente en estos últimos años en nuestro país, puede que sí resulte interesante a aquellas personas que quieran ver un ejemplo de cómo funciona el "juego político" antes de unas elecciones y hasta dónde son capaces de llegar los poderes públicos por cerrar bocas, aparentar pulcritud y así aferrarse años tras años a sus puestos y sus cargos de (i)responsabilidad.

Quizá esta película no quede en el recuerdo de nadie. Pero al menos, te hará reflexionar y abrir los ojos (todavía más si cabe) sobre en qué personas estamos depositando nuestra confianza para que nos gobiernen.

Russell Crowe hace de Alcalde poderoso, elitista e influyente de la ciudad de Nueva York, la cual se encuentra próxima a celebrar unos comicios para la renovación o el cambio a la alcaldía. Mark Wahlberg es un ex agente de policía fiel al actual alcalde, el cual le encomienda un "trabajo" para evitar que su nombre quede manchado al borde de dichas elecciones. Sin embargo, no todo será lo que parece.

Papeles bien llevados por ambos. En especial por Russell Crowe.

La Corrupción en mayúsculas (que siempre benefician a unos y dañan, terriblemente a otros), el poder, los trapos sucios, el presente de uno y pasado de otro, entrarán en escena y jugarán al despiste, para acabar ofreciendo una mínima muestra sobre el enrevesado y oscuro mundillo que envuelve a la clase política.

Argumento muy forzado, cogido por los pelos y demasiado efectista. Sin embargo, posee una atmósfera interesante.
Con un tratamiento de guión más sobrio, podría haber sido un film mucho mejor de lo que ha sido.
Un querer y no poder.

En esta "La trama" (nueva pifia de los dobladores españoles al repetir un título que ya existe) no hay nada que se pueda salvar.
Ni la susodicha trama tiene demasiada chicha ni los famosos actores que aparecen en ella están a la altura.
Crowe (el magnífico gladiador o capitán en "Master and commander") está casi tan inexpresivo como su compañero Wahlberg. Zeta-Jones apenas aparece y no aporta mucho.
En esta intriga de detectives, infidelidades y política lo que si hay es mucho aburrimiento y escenas sobrantes. La película nunca termina de despegar, de arrancar ni de interesar. No tiene ritmo en ningún momento, salvo en un par de esbozos donde la acción es tan breve que casi no consigue despertarnos del sopor.
Únicamente la realización la aleja de lo que podría ser un telefilm puro y duro si no pareciera que no lo es por sus actores.
Es la típica película que al día siguiente ya se te ha olvidado por completo, y que desde luego no será recordada en la filmografía de Russell Crowe si no es como una mancha.

Cabezadas: 2 Trama:0
Y es así que viendo el reparto esperas intriga, acción, persecuciones y escenas magistrales, incluso un desnudo de espalda de la Z.Jones, pero… nada de nada.
Tres patas para el banco, una historia de corrupción política con recursos fáciles basada en la construcción y el pelotazo, y de eso la verdad nosotros sabemos más que nadie. Russell Crowe, al lado de Barcenas es un aprendiz por muy alcalde de Nueva York que sea.

Otro eje, otra pata, basada en Mark Wahlberg que mantiene esa cara de piedra que da el pego en el Tirador o en infiltrados, pero que a mí no me dice mucho, y más cuando el 90% de la peli está él presente en la pantalla. expolicía con errores en el pasado y con problemas de liquidez que nos sorprende volviendo al alcohol tras una trifulca de pareja.

La última pata, también muy flojita la infidelidad de Z.Jones , sin sexo, sin desnudo, sin sustancia y con la típica excusa de querer vengarse de su marido por matar a su amante. En este caso la historia en España hubiera sido imposible pues Ana Mato jamás se habría enterado de las intenciones de su marido de quedarse con medio Nueva york.

El detalle: ...mmmmmm ¿Quizás el flequillo de Russell. Por salvar alg,o salvamos a Alona Tal, la becaria, ayudante del detective, con idiomas, carrera, formación y mileurista.

Lo dicho que para intrigas, tramas, corruptos, expolicías y demás ya tenemos los telediarios.
¿O no?

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De modo ambicioso y pretencioso, Allen Hughes conduce este tren donde Mark Wahlberg y Russell Crowe son sus maquinistas principales pero distan mucho de ser los únicos ejes de una trama rebuscada, llena de recovecos y que como un laberinto a ratos abusa de lo intrincado para adjudicarse mayor peso argumental.

Aunque está lejos de parecerse a "Todos los hombres del Presidente" (1976), "Broken city" (2013) no tiene el menor empacho en apuntar alto y comenzar a invadirnos de nombres, datos como si fueran del común conocimiento, sin darse el trabajo de mostrarnos, por ejemplo, una cara con la cual asociarlos.

Entre thriller político y mezcla de intriga, nos da una vista desde el comienzo del tono del film en su conjunto, y aunque podemos dejar pasar algunas desprolijidades, lo básico en su ejecución no cabe duda que no concuerda con lo complicado de su entramado. Ese ruido molesta hasta que se prenden las luces y nos retiramos con la sensación enrarecida de haber visto un film con apenas un par de buenos momentos, historias desconexas y promesas sin cumplir.

Wahlberg y Russell además de otros protagonistas que es mejor descubrir por si mismos, dan vida a esta historia que hemos visto antes y donde parecieran ir dirigidos por el camino equivocado para darle valía a la cinta, por lo cual ni siquiera son culpables de sus pecados en escena, que no obstante no le restan graduación a sus tallas de tremendos actores.

En resumen, mucho ruido y pocas nueces. Apenas momentos disfrutables de la manos de los protagónicos pero como conjunto muy al debe.

Recomendación:
Débil. Muy poco para lo que espera de una película con promesas desde el momento que genera el interés.