30 minutos o menos

Es una forma de estropear (o americanizar) un buen guión: con humor malo, palabrotas y sexo.
A pesar de no ser excesivamente larga, la película se puede hacer empalagosa por momentos, sobre todo en la primera mitad de la cinta.

Aún así, es entretenimiento puro, y no veo por qué no darle el aprobado raspado.

30 minutos o menos es lo que debería haber durado esta historia que no va a ninguna parte. Me gustaría destacar algún aspecto positivo, pero cuesta, uno de ellos podría ser su duración y otro que ni siquiera ella misma se toma en serio.
Pero tampoco el humor que destila llega a ser eficiente, quedándose en un puñado de secuencias ligeramente divertidas, pero no lo suficiente.
Se borra de la memoria con mayor facilidad de lo que supone llegar a terminar de verla.

Cuando en el guión de una película se abusa de la absurdez de sus personajes y de la explotación masiva de un humor tonto y sin gracia, el resultado final es algo parecido a lo que encontramos en este film: un cúmulo de despropósitos que buscan ser cómicos y que, sin embargo, acaban siendo de todo menos graciosos.

Personajes y escenas que, lejos de ser divertidos, pasan a ser pedantes y cansinos; intentando hacer reír valiéndose entre otras cosas de un vocabulario de lo más vulgar y ordinario que no lleva más que a coger aun más asco a ciertos personajes del largometraje. El esperado humor es inexistente y la historia, que podría haber sido considerablemente entretenida, viene a resultar muy pesada debido precisamente a sus continuas exageraciones.

En cuanto a las actuaciones, la única que me atrevería a valorar sería la de la hermana del amigo del protagonista, el único papel relativamente serio y algo trabajado; el resto apenas merecen mención, pues su objetivo principal no es otra cosa que hacer el tonto a lo largo de toda la película y cuanto más, mejor.

Por si no tuviera ya suficiente, se puede decir también que la trama es absurda y las escenas y situaciones inverosímiles a más no poder, surrealistas y, lo que es peor, sin ninguna gracia, lo que hace que el espectador esté deseando en todo momento que llegue el desenlace final y se deshaga el entuerto y poder así dedicarse a otra cosa.

No aprobada ni como comedia ni como thriller; lo que en lengua común se conoce como un “peñazo” de una hora y cuarto de duración. El único motivo por el que debemos dar las gracias a Ruben Fleischer es por su corta duración, característica sin la cual el film hubiera sido poco menos que intragable.

Por el reparto no tenía prevención alguna: Eisenberg, McBride, Swardson, estos tres actores, aunque parecen encadenarse a sus perfiles fisionómicos, han logrado destacar en otras películas. De todas maneras, esta película no logra ser ni una comedia, ni una sátira, ni una película de acción, ni una comedia romántica, pretendiendo ser cada uno de estos géneros. Parecía bien: hasta la portada indica que algo de risas puede sacarnos en sus minutos de duración; pero no, no hubo mucho qué hacer al respecto.

En mi maratón de películas malas de Netflix arrancamos con una versión revenida de Harold & Kumar, mucho menos gamberra, mucho más predecible, y con un tinte infantil que solo pillaría por sorpresa a un niño sin el más mínimo recorrido bibliográfico en el medio.

Quiero que esta crítica me lleve 30 segundos o menos, por lo que optaré por limitarme a apreciar lo sólido de su armazón argumental y técnico, sin olvidar que es muy difícil escribir mal lo que ya se ha escrito quinientas veces.