No dejes de mirarme

Ya es la segunda vez que uno de los largometrajes de Von Donnersmarck es nominado al Óscar a la mejor película extrajera. Pero, en esta ocasión, se ha quedado con un reconocimiento y no lo ha ganado tal y como le pasó con La vida de los otros.

Lo que sí que ha hecho es dirigir un metraje de más de tres horas que habla de 30 años de historia, en el que tanto cabe romance como tragedia y nazis e incluso arte. En este espacio, el director y guionista tiene tiempo para contar lo que quiere y hacerlo con detalle, aunque lo que explique arranque desde una base un tanto perturbadora.

El relato se abre con un discurso que ya posiciona al espectador frente a lo que va a ver: una visión bastante pesimista sobre el arte moderno. Arrancamos con una exposición de “arte degenerado” en la época nazi y con la tía enferma de Kurt (un niño de seis años) entre quienes existe una relación erotizada. Esto, junto a los traumas de la guerra, justifica el prisma sensual y atormentado que, en ocasiones puntuales, ha generado algo que contar a través del arte.

Estas premisas direccionarán el film, que Max Richter acompasa con una música que, a veces, no tiene más razón de ser que un elemento para desengrasar el avance de la trama. No es que no sea convincente el viaje del protagonista, sino que el enfoque es una mirada rebuscada. Y, en el afán de dibujar la esencia del espíritu humano, von Donnersmarc pierde la esperanza de encontrar la paz después de un drama.

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Acabado el año 2019, esta es para mi, la mejor película(finalista quedaría"Erase una vez en Hollywood"). Una gran película, convertida instantáneamente en un clásico a la antigua usanza. Una historia que te atrapa desde el primer fotograma hasta su conclusión. Imprescindible. Todo el reparto pero sobre todo Sebastian Koch, con quien ya trabajó en"La vida de los Otros", ofrecen estupendas interpretaciones. El título que le han puesto en español(La sombra del pasado)se las trae.

De entrada quiero manifestar que era muy escéptico, a juzgar por las críticas que había leído. Me encontré un peliculón, no sólo por el tamaño (tres horas, que se te hacen noventa minutos); sino por la película en sí misma.
Tiene una composición clásica. No hay nada de experimentalismos. Sí, es una "película río"; pero bien contada. Emociona, conmueve, fascina. Es cierto que hay algún personaje demasiado arquetípico; pero ello queda oscurecido en el conjunto.

La puesta en escena hay que reconocer que es muy buena.
La historia, aunque cojea de vez en cuando, se sigue con interés.
Es a veces demasiado superficial con el trasfondo histórico en el que se mueve.
Peca un poco de sentimentalismo y algo de banalidad.
Escenas de sexo planas.
Es algo larga pero no se hace pesada.
Tiene buenas actuaciones, sobre todo la gran química de la pareja protagonista.
El entorno histórico queda un poco diluido argumentalmente.
Pero, en conjunto, merece la pena verla a pesar de lo anterior y que en la parte final flojea.
Un 6.5 merecido a pesar de las 3 horas de metraje.

Película de factura clásica, de larga duración y muy ambiciosa. Me gustó el tratamiento de esa Alemania en la que, después de la guerra, nadie sabe nada, nadie era nazi y el que lo era, por obligación. También esas disquisiciones sobre el arte y la búsqueda de la verdad y la memoria como fuente en la que beber para encontrarla. Una forma de verlo ética pero un tanto inocente en esto tiempos que corren. ¿Porque no se alza, en mi opinión, a las cimas de la excelencia a la que parecía avocada? Entre otras cosas porque salvo el malo, todos son muy buenos con el protagonista. Porque tiene un muy discutible final feliz Porque no tiene el valor o los recursos para entrar de lleno en el proceso de creación del artista. Tal vez porque quien mucho abarca poco aprieta. Demasiada ambición y poca valentía para llegar al final de un asunto sobre el que la sociedad alemana ha preferido echar el velo como es el de su complicidad en las barbaridades cometidas por el régimen nazi. De todas formas queda una película de factura impecable, con un Sebastián Koch impresionante, muy buena música y fotografía y a ratos emocionante. Mas de lo que muchas otras pueden ofrecer.