Los jinetes del Apocalipsis (Horsemen)

Películas de asesinos en serie hay muchas, así que es difícil innovar o impresionar a estas alturas. En esta, el criminal usa el manido “modus operandi” basado en la Biblia.
La baza del film es la presencia de Dennis Quaid, un actor no demasiado excepcional, pero que me cae bien desde siempre, y no encaja nada mal en este detective padre de familia.
¿Pero qué pasa con el guion? Pues que no deja de ser un cliché, en este caso poco aprovechado. Los asesinatos son “gore” pero no me impactan. No es solo que yo ya esté curado de espantos, sino que están filmados de forma algo suavizada para que no se vea la violencia en todo su esplendor.
En cuanto a la investigación de las pruebas, tampoco nos trae nada nuevo o sorprendente.
La película es, por tanto, muy justita. Casi parece un telefilm, hasta en su fotografía.
Pero tampoco es mala como para dejar de verla por la mitad. Como es bastante corta, por lo menos se deja ver una vez, por averiguar quién es el asesino y cómo van a descubrirle. Pero tiene bastante poco que rascar (tan es así, que ni sé cómo extender la crítica un poco más).
En resumen, es mediocre.

El señorito Quaid, está en una de sus peores épocas como actor, ni G.I JOE, ni El día de mañana, ni El punto de mira, ninguna ha funcionado como era de esperar, aunque alguna de ellas era buena, pero en está película Quaid se ha metido en un lío argumental que te cagas, en una peli muy vista ya, con pocas innovaciones con un mal guión, etc. Alguna escena salvable, unas regulares actuaciones y un final cutre es lo que te vas a encontrar en este esperpento. Esperemos que la edición larga mejore el final.

Quizá pase sin pena ni gloria, pero mi puntuación la voy a justificar de la siguiente manera: la actuación de Dennis Quaid es sobresaliente, como así también la de sus acompañantes en especial la de la jóven Zhang Ziyi, (que a partir de ahora voy a prestarle mucha atención) que a pesar de sus cortas apariciones crea un halo de maquiavelismos digno de mencionar. El clima creado por Jonas Akerlund, envolvente, siniestro, lento, angustioso de a ratos, taciturno, en fin: totalmente de acorde con el filme. La trama si bien no es espectacular, deja un mensaje realmente muy valioso, que a diferencia de Seven o el Silencio de los corderos que otros críticos mencionan por ahi no tiene. Se les parece en algo? quizá... ahora yo me pregunto: ¿qué no se parece a algo en algunos aspectos?????? por lo general en algún punto todo se parece a algo ya visto...la raya a la cebra es fácil de encontrarla...
La soledad, los desencuentros y la obsesión por el trabajo, el abandono y la frialdad, las llamadas de atención, la sordera de la mente y el corazón, son temas que la película ahonda aunque muchos no lo vean, y por todas estas razones tiene un merecido 8.

Sin duda admito verla por mi admiración al genial actor Dennis Quaid que alejado de productos puramente recaudatorios y de bajo nivel como "Gi-Joe", muestra todo su talento en esta mezcla de suspense de "Seven", "Resurrección" y "El coleccionista de amantes". Varios asesinos siguen el ritual de los cuatro jinetes para escarmentar a padres que no han cumplido su función. Dennis es el inspector encargado de encontrarlos, mientras su relación familiar no acaba de funcionar. El final llega a emocionar y en reglas generales es un buen producto para el video club y una tarde de Domingo. Estoy seguro que en otra época se hubiera estrenado en cines y con cierto éxito. Muy buena película, producida por el genial Michael Bay.

Sinceramente esperaba mucho más de esta película, siendo Dennis Quaid el actor protagonista...