Broken City

Para mí, Mark Wahlberg es como el último individuo en la tierra con el cual quisiera cruzar alguna palabra y menos una mirada, no sé, me da la impresión de que está a punto de matar a todos a su alrededor a los golpes. Es un actor que me deja indiferente, pero en definitiva nunca me puedo interesar por su personaje sabiendo la impresión que me genera cada vez que la cámara muestra su rostro; sin embargo, en esta película ocurre algo interesante, hay una curiosa escena con la cual si me interese y conecté con el personaje de Wahlberg.

La escena en cuestión (no la voy a contar para no arruinarte el visionado) es bastante visceral y claro que cada quien reacciona de manera diferente pero a mí sí me resulto sobresaliente, ciertamente es una escena que me puso a pensar y pues se hizo sentir, con ella realmente estaba del lado de Wahlberg y en expresión algo coloquial “estábamos en la misma página”. Más allá de esa escena y lo que me pareció, la película es absolutamente olvidable, la deje de ver a la hora y 15 minutos aproximadamente porque realmente no me importaba seguir viéndola y preferí hacer cosas más importantes.

El visionado es aceptable en la mayor parte, tiene un ritmo algo pesado en segmentos pero hay tramos interesantes, en especial las conversaciones entre Crowe y Wahlberg ya avanzada la película, algunas revelaciones y confrontaciones que mueven el argumento y pues la dirección ha suavizado la intriga para que sea suficiente como para ver sin mayores quejas.

Muchos se quejan de lo repetitivo del argumento en las películas y pues no usaré ese argumento gastadísimo de “no aporta nada al género” sino que no recomiendo Broken City porque, sea lo que sea que trate de ofrecer de innovador o satisfactorio como desenlace,(payoff para los que saben inglés) no lo he llegado a apreciar, por todo un desarrollo que simplemente no ha sido suficiente para que me interés terminar de verla.

Abajo dejo una descripción de la escena en cuestión por si has visto la película o en caso de que no la hayas visto aún pero te interesa saber de qué va dicha escena.

Cuando terminé de ver este filme, entré a los baños del teatro y vi unos cuantos pelos en el urinal. No pude evitar de pensar en la semejanza entre dichos pelos y la película que acababa de ver. Con esto hago referencia a que estos pelos caídos no se sienten cuando se caen y no hacen falta.

El tema es aquel de una corrupción política que no le aporta nada nuevo a la audiencia...los diálogos no son tediosos pero le falta MUCHA esencia para capturar al público, la narración es poco original, sus personajes tienen una carencia de trabajo increíble y aunque el guión trata de dinamizarse, en lo personal fue bastante predecible. Esta película es un intento de cine "noir" que poco pasa de ser un gris "light".

Las actuaciones de Russell Crowe y Mark Wahlberg son aceptables, mientras que Catherine Zeta-Jones sólo tiene apariciones relevante en contadas escenas (10 minutos?) y su personaje es poco trabajado.

Lo mejor: El trailer
Lo peor: Poca originalidad, falta de pasión de los actores, falta de química entre los actores.

Ahora que las corruptelas en las altas esferas políticas son vox populi y encabezan cada telediario que vemos, "La trama" tenía campo libre para inspirarse de la propia realidad y dejar a un lado la típica historia en la que nada es lo que parece, luego sí lo es, de nuevo no lo es y acaba por no saber ni siquiera ella misma qué es lo que quería contar.

Una película que empieza con un simple asesinato sin aparente explicación promete un posterior desarrollo que se enredará en sus mimbres para sorprender al espectador menos cinéfilo. "La trama" ni siquiera se esfuerza por adornar lo más obvio, y casi todas sus situaciones carecen de originalidad y pegada. Según va pasando el metraje, el guión va perdiendo fuelle para quedarse con lo más simple y aunque todo está bien hilado y tiene sentido, no termina de convencer con un ritmo lánguido y somnoliento.

Es cierto que no hay acción y tampoco se la espera porque nuestro investigador es más de afrontar con sus puños los problemas que de huir y ser perseguido. Walhberg encarna bien al detective lastrado por un pasado del que se siente responsable, y pone oficio y experiencia en lo poco destacable del film. Su compañero Crowe es el que sale peor parado, con una sensación de estar de vuelta de todo y no querer implicarse demasiado no se vaya a despeinar. Su interpretación de alcalde seguro de sí mismo solo derrocha asombro, pero de lo poco que se mete en el papel. A Crowe parece que ya no le van papeles del montón y sólo los alterna con proyectos más interesantes como "Los miserables".

Hemos visto a lo largo de los años muchas películas que narran intrigas consistoriales con mucho más peso del que tiene "La trama", que no pasa de ser una película más del género en una cartelera plagada de productos más interesantes, y que cuenta con un reparto lo suficientemente conocido como para pasarse a ver qué tal es. Es lo único que puede salvarse.

Mark Walhberg interpreta a un detective privado con un pasado problemático bañado en alcohol y malas decisiones. Comparte dueto (e intensas escenas a las que el espectador se agarra cual mascarilla de oxígeno) con Russell Crowe, el alcalde de la ciudad que representa al político sin escrúpulos.

El nexo de unión entre ambos es la supuesta infidelidad cometida por la mujer de Crowe a la que da vida Catherine Zeta Jones (que prosigue así su periplo por los papeles secundarios comenzado en este decenio).

El director Allen Hugues (El Diario de Eli, 2010) comienza abriendo el debate sobre la legitimidad de la violencia policial pero el argumento no tarda en emigrar hacia una premisa de cine noir con una ejecución desdibujada dónde intenta elaborar una postal sobre la integridad y moralidad de nuestros políticos actuales con brocha gorda.

Su título, evocador, genera altas expectativas condenadas a perecer ahogadas y acogerse al salvavidas del entretenimiento mediocre.

La descripción de la urdimbre por uno de los personajes como “una ópera italiana” se queda en obra de colegio.

Antes de comenzar con esta crítica me gustaría lanzar una pregunta al aire, que es la siguiente: ¿Qué tienen en contra de los títulos originales de las películas la gran mayoría de traductores de inglés en nuestro país?. Si nos referimos a la película que ahora mismo nos ocupa, nos encontramos con que su título original ("Broken city, Ciudad rota") va mucho más a juego con los acontecimientos que se desarrollan en el filme, y no un insípido "La trama" como nombre para una historia que precisamente contiene una trama pobre y lenta. No sólo estamos ante una película de dudosa calidad, sino también ante una traducción penosa que poco tiene que ver con el contenido de la cinta en cuestión.

La película cuenta con un buen arranque, aunque jugando con una de sus principales cartas al principio, ya que el propio inicio delata cómo se van a desarrollar gran parte de los hechos. Hay muchos minutos de relleno en los que la sensación de no estar yendo a ninguna parte será una constante. En ocasiones se intentará profundizar en el personaje principal interpretado por Mark Wahlberg, pero la intención no supondrá un éxito, derivando en más rodeos en la historia principal en su mayoría innecesarios.

Una de las pocas partes destacables de la película reside en su fotografía, que nos trae una puesta en escena atractiva con toques de cine negro. Las interpretaciones son acertadas pero tampoco aportan grandeza, se puede decir que simplemente están bien, sin más. Russel Crowe, Mark Wahlberg y Catherine Zeta Jones componen un elenco de actores en el que ninguno de los presentes está ni por asomo ante el trabajo de su carrera.

"La trama" es una película entretenida por intervalos, a veces pesada y otras tantas relativamente atractiva. Una historia previsible en la que se sabe que algo se esconde desde el principio y detrás de quién. Su forma de llegar al desenlace no es la mejor que hayamos visto en la gran pantalla, estirando mucho un guión del que se podría haber sacado una historia más interesante. Se deja ver por momentos, pero quizá estos momentos no sean suficientes para componer un buen filme acorde a su plantel de actores principales.