Cuando huye el día

El primer sueño, es indiscernible.

Como un eccema de la propia razón. Una sombra ilógica que orbita lo consciente y que hace, al ínclito e ilustre profesor, muy humano.

El otro sueño, ante el tribunal, es de menudencia.

El profesor Borg se sueña minúsculo; ignorante ante lo que ha sido su vida entera, incapaz de rescatar ningún conocimiento, de todo aquel que ha almacenado durante toda una vida, tan fatuo en verdad. La 'persona', la máscara, ya brotaba como pregunta que tarde o temprano uno se acaba formulando. Entonces, en mitad del más absoluto azoro, despierta.

¡Quién es él, de puertas para afuera; y quién, en la privada soledad del sueño, es!

...

'Fresas salvajes' es una 'road-movie' existencial. El profesor Borg conduce, y los jóvenes le acompañan. Pero... a esos jóvenes, impolutos de ánimo, vírgenes de recuerdos, la carretera parece impulsarlos ... y al viejo, traerlo de vuelta.

...

Al profesor Borg sólo le queda el recuerdo. Podrá habitar el sueño y 'ser' en él. "Lo único impenetrablemente nuestro, lo único verdadero", que decía Pessoa.

Profesor Borg, le deseo lo mejor. Que en uno de esos sueños de juventud eterna, no sea usted traído de vuelta; y pueda cruzar el agua, sentarse junto a sus padres y no volver más.

Gracias.

Brillante en algunos momentos...pero sobrevalorada y aburrida en otros...Veo como algo normal que un anciano espere el dia de su muerte..y... lo típico..que empiece a recordar etapas de vida, lo que pudo ser y no fue al final, situaciones de las que se arrepiente ..., pero no encuentro nada especial excepto el sueño..que bien podría haberlo tenido Dalí...y algún detalle mas. Supongo que en su época sería una novedad en cuanto a técnica, flashbacks y todo eso...pero a me no me ha enseñado nada ni me ha hecho recapacitar en temas que antes no lo hiciera por mi mismo.

Magnífica película sobre la vida/muerte, la vejez y el inexorable paso del tiempo. Bergman, creo, nos está diciendo que vivamos, que nos divirtamos,que no tengamos miedo al vacío existencial y a lo absurdo de la vida. Bergman nos está diciendo al fin y al cabo que más importante es ser "ser humano" que intelectual admirado. Muy buena

Mítica ''road movie'' del director sueco. El viejo profesor Borg (Sjöström), un hombre solitario y egoísta, que ha estado obsesionado toda su vida por tener una trayectoria relevante en el marco social, emprende un viaje de carácter profesional que se irá convirtiendo en una reflexión espiritual, valorando lo que ha sido el trascurso de su vida.

Un recorrido que le ayudará a recuperar, progresivamente, su identidad real, más allá del personaje que le ha tocado "representar". Traumatizado por un matrimonio fallido, Borg se pondrá ansioso por volver a rememorar, de nuevo, sus fresas salvajes –erotismo y juventud– tras una juventud perdida.

Con un uso espléndido de planos cortos, expresivos encuadres y una narración no lineal llena de tramos surrealistas y, a su vez, flashbacks con presencia física del presente en el pasado, la película está repleta de metáforas y de símbolos, desarrollados en impactantes secuencias oníricas.

'Fresas salvajes' es una agridulce y cautivadora revisitación de la memoria, el tiempo, la muerte y los sueños. Cada parada del trayecto será reveladora para explicar porque ha llegado nuestro personaje a estar envuelto en la soledad. Como en casi toda ''road movie'', las paradas del viaje resultan más importantes que el viaje en sí.

Cada vez que veo el cine depresivo de Bergman y su desmesurada obsesión por la muerte y la soledad, me entran unas ganas locas de estar solo, de no hablar con nadie, de tirarme por el balcón, de pegarme un tiro entre las cejas, de arrancarme una muela con el pomo de la puerta, de sacarme un ojo con una cuchara sopera, de jugar a la ruleta rusa con todas las balas cargadas, de hacer un tambor de mis escrotos, en definitiva, de cagar y vomitar al mismo tiempo.

No seré yo el que niegue que Bergam era un genio, un maestro y toda esa pesca, pero después de ver "El séptimo sello", "Fanny y Alexander" y "Fresas salvajes", no he aguantado más. Ya he reservado mi ataúd de pino. Incluso he solicitado a mi seguro de vida aumentar mi cuota anual.

Lo dicho, lo mejor es que dura hora y media, y aún así se hace eterna. Y estoy de acuerdo con lo que he leído por aquí. Es la mejor road movie de la historia. Bueno, la mejor después de Thelma y Louise.