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Posesión demencial

Comedia. Terror Un pequeño pueblo es asediado por un grupo de demonios después de que unos adolescentes desaten una antigua maldición. Los habitantes recurrirán al actor Bruce Campbell y se verá inmerso en una película de Serie-B. Pese a sus protestas y su intento de convencer a los habitantes de que tan sólo es un actor, se verá obligado a convertirse en el heroico personaje que suele interpretar y salvar al pueblo. (FILMAFFINITY)
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Críticas 18
Críticas ordenadas por utilidad
27 de marzo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Grandiosa autoparodia honorífica hacia el cine serie B, desde Posesión infernal (Sam Raimi, 1981) hasta Una historia china de fantasmas (Ching Siu-Tung, 1987), pasando, obviamente, por muchas más. Dirigida por Bruce Campbell, protagonizada por Bruce Campbell interpretando a Bruce Campbell en un ejercicio lejos del onanismo que repasa toda su carrera desde un punto de vista cómico y pone en jaque la idolatría venenosa que muchas personas tienen hacia personas que no conocen, exclusivamente por su trabajo, llevado más allá de la obsesión. La historia nos pone en la situación de unos pueblerinos asediados por el espíritu de un viejo dios chino que protegía la mina donde tantos de sus compatriotas trabajaban y murieron (Guan You, Guan Me, Guan-Di), hasta ser despertado por los típicos jóvenes, curiosos e incautos (tópico absoluto de la serie B de terror), entre ellos, un fanático del legendario actor que. a raíz de lo sucedido, lo busca para detener las fuerzas del mal que asolan a sus vecinos. Es evidente el aprendizaje adquirido por Campbell en tantos años de carrera, puesto ahora en práctica altamente influenciado por sus trabajos con Sam Raimi, tanto en modo de filmación, como en planos, maquillaje y decorados, incluso una perfecta dirección de actores de los que exprime el registro único y necesario para este tipo de cintas, así como el suyo propio que no solo lo usa para encarnar a su personaje (o hacer de él mismo), sino para reírse de él alegando la muerte de su trayectoria como actor, su modo de vida e incluso sus adicciones y preocupaciones, así como, a su modo, dar las gracias (o el pésame) a sus admiradores por ver sus películas. Ya expuesto su pericia para la filmación a través de la experiencia (muy parecido al episodio de El álamo de John Wayne en 1960), y expuestas sus conmemoraciones al cine serie B, obviando el de terror y sumando el wéstern en el primer tramo de la cinta, debo destacar una genial banda sonora que acompaña el tono jocoso de principio a fin, alternando entre country (en honor al aspecto sureño que embadurna el film) y el thrash metal tan característico en este tipo de producciones de los años ochenta, que se unen al dibujo estereotipado trazado por la sociedad de los espectadores de esta clase de cine sin caer en bromas o chistes fáciles. El diseño del antagonista (con el cual se hace un 'cameo' a la legendaria figura de Toshirō Mifune, denotando una clara sabiduría por el cine) es maravilloso, captando toda la esencia cutre de la película, tanto por el aspecto como por lo irrisorio de las muerte dadas por este, así como su trasfondo y punto débil. Me atrevería a decir que incluso agradece en cierta forma a la familia Raimi otorgándole el papel como Mills Toddner y Wing a Ted Raimi, cariz muy representativo también de la corriente serie B el motivo del bajo presupuesto para que un actor encarne a varios personajes. Finalmente, Campbell logra hacer una crítica hacia esta corriente cinematográfica sopesando la posibilidad de que los espectadores se merecen algo más que sus clásicos finales, riéndose de ellos y poniendo en jaque a una industria estancada en el mismo producto de siempre. Muy buen homenaje, muy buena dirección, y muy buen énfasis en aquello que acarrea y han acarreado este tipo de celuloide a lo largo de los años. (7.5).
Tiggy
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17 de julio de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bruce Campbell, ídolo de la serie B (y de cualquier serie) se ríe de sí mismo, y lo hace de manera correcta, sin pasarse de genialidad, pero tampoco se pasa de patético. A los que hemos visto la mayoría de sus pelis nos traerá muchos recuerdos y nos identificaremos con los frikis que desfilan por pantalla. Tiene momentos lúcidos y momentos de bajón, pero al final resulta aceptable. Lo que no sé es si es apta para novatos de las "campbeladas". Mención aparte "los momentos Ted Raimi" en sus diferentes y absurdas apariciones dan "puntazos" cómicos a la película.

Recomendada para... bueno, para quien lo vea conveniente.
Hanshiro Tsugumo
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20 de mayo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La autoparodia absoluta. Si ya me caen especialmente bien las películas que se ríen de sí mismas imaginad una película donde el actor principal hace una parodia de sí mismo. Posesión demencial (habría que cortarle la cabeza a quien escogió el título en español) es justo lo que querías ver, Bruce Campbell riéndose de sí mismo y de toda su carrera como actor.

Pero lo cierto es que la película es poco más que eso. Si has visto el trailer antes podrás deducir de qué va la cosa y, en ese aspecto no decepciona, pero también es verdad que no arriesga demasiado ni vas a encontrar en ella una chispa brillante. A veces los diálogos son inesperados, pero son momentos demasiado puntuales.

Así que como homenaje a sí mismo y prácticamente al género está muy bien, pero tampoco como para tirar cohetes. Simpática, agradable e incluso mucho menos gore de lo que cabía esperar en un principio. Eso sí, los finales (todos ellos, sí), son bastante malos, pero al menos os dará muchas ganas de volver a ver Re-animator al escuchar la música durante la película.
NeoJ
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2 de setiembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué diferencia lo real de lo imaginario? ¿Cuál es la barrera que separa a un actor de su personaje? ¿Cuál es el límite? Un genio del humor no tiene por qué estar constantemente provocando risas una vez abandonado su puesto de trabajo. Un buen ejemplo de eso sería el genio del humor Peter Sellers, considerado por sus conocidos como un hombre gris. Y tampoco un héroe de acción – por muy de serie B que sea – tiene que verse en la obligación de salvar a los aldeanos de turno de los más estrambóticos monstruos. Eso es lo que le ocurre un buen día al actor en decadencia Bruce Campbell – interpretado por Bruce Campbell – en esta película dirigida por Bruce Campbell, cuyo título original se traduciría como Mi nombre es Bruce… Campbell. Creo que con esto ya queda más que claro quién es la estrella de la función, ¿no?

El protagonista de la saga Evil Dead de Sam Raimi se interpreta a sí mismo en esta disparatada obra, pero lejos de mostrar una imagen edulcorada o idealizada de si mismo; realiza una versión auto- paródica y deformada. Sin ningún tipo de tapujos a la hora de burlarse de su propia carrera se muestra ante la pantalla como si fuera el arquetipo perfecto de estrella decadente: malhumorado, alcohólico, con problemas personales, viviendo casi en la miseria, aceptando cualquier papel que le ofrezcan, y por si fuera poco; cobarde. Pero una cosa esta clara, Bruce se lo paso muy bien realizando la película, y eso se nota de principio a fin.

Decir que en ningún momento se tomó en serio la película es quedarse cortos, ya que se trata de una gamberrada de grandes proporciones. En algunas ocasiones eso es sinónimo de despropósito descomunal, pero en este caso es el mayor acierto de la obra; ya que realizarla en cualquier otro tono hubiera sido una gran equivocación. Es cierto que el humor no funciona como debiera en todas las ocasiones, pero su ligereza y gamberrismo logra que su visionado sea cómodo y entretenido sin mayores pretensiones; al fin y al cabo, se trata de una parodia del cine de terror de serie B americano. Es una verdadera pena que a parte del carácter macarra de la obra ésta no ofrezca mucho más de sí, ya que el guión no es precisamente una maravilla. Es cierto, que el hecho de ser una parodia de un tipo determinado de películas la exime hasta cierto grado, pero aún así podría haberse pulido más. De haber sido así estaríamos ante una joya imprescindible.

Los homenajes a los anteriores proyectos del protagonista son un constante a lo largo de todo el largometraje, destacando los relacionados con la trilogía Evil Dead, que le proporciono su fama incluso el título de la película en España es fruto del nombre que aquí se dio a la primera parte de dicha saga: Posesión infernal. No podría terminar esta crítica sin destacar los diversos cameos de Ted Raimi – hermano de Sam Raimi – y la canción que narra la leyenda del monstruo de la historia. Un buen motivo para ver la película hasta el final, es que éste es uno de los mejores y más disparatados momentos de la trama. Todo aquel que disfrutó con la saga Evil Dead, pasará un buen rato viendo a su protagonista desmelenándose – aún más -

Lo mejor: Bruce Campbell haciendo el gamberro

Lo peor: la escena del baile

http://nosoyuncritico.com/criticas/ano/en-el-fondo-del-cajon-criticas/2014/08/posesion-demencial-bruce-campbell-al-rescate/
Time Bandit
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19 de setiembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque apenas haya jugado en las grandes ligas, no cabe duda de que Bruce Campbell es una leyenda del cine a su manera. El actor nacido en Royal Oak (Michigan, Estados Unidos) consiguió con la trilogía y serie de 'Posesión infernal' hacerse un hueco en la historia del cine gracias a su magnífica interpretación de 'Ash' Williams, el mayor héroe contra las presencias demoníacas, si bien no sería del todo justo olvidar el resto de su carrera donde destacan 'Maniac Cop' o '2013: rescate en L.A.', entre muchas otras.

Siendo Campbell un actor con tintes de gamberro durante parte de su filmografía, no era una sorpresa que llegase un filme que le parodiase; lo más llamativo es que la parodia viniese por su misma parte, dirección incluida.

Al actor fetiche de Sam Raimi no le incomoda meterse consigo mismo, ponerse en ridículo y mirar con cierta crítica su carrera en este filme cuyo argumento recuerda, no creo que por casualidad, a 'Posesión infernal' en el que está rodeado de dos actores significativos en su carrera. Uno es Ted Raimi, uno de los colegas de Campbell de toda la vida junto al hermano de Ted, Sam, quien interpreta tres personajes de forma bastante convincente y la otra es Ellen Sandweiss, quien interpretó a la hermana de 'Ash', Cheryl, en la primera 'Posesión infernal', quien interpreta a la ex-mujer de Bruce Campbell (aunque en realidad nunca fueron pareja, que yo sepa). Raimi y Sandweiss añaden algo de glamour a un filme que no tiene tanto, si bien ahí está parte de su encanto.

Con un tono buscado de serie B, la leyenda del cine de bajo presupuesto se las verá con una amenaza sobrenatural en un pequeño pueblo estadounidense en el que se retrata a sí mismo como un perdedor que conoció tiempos mejores que vive en una caravana después de un divorcio y rueda auténticas basuras para sobrevivir, además de ser un cobarde. Con todos esos defectos, al igual que en la vida real, es imposible no cogerle cariño con ese carisma y talento que ha tenido desde siempre. Además, es un acierto el no tener miedo a ponerse en ridículo y tener autocrítica.

Otra cosa es el filme. El tono impostado de serie B le favorece y le perjudica a su vez, quizás con mayor presupuesto y algo más de riesgo se podría haber visto un producto que podría haber estado a la altura del homenajeado. Lo que en realidad es es un largometraje tirando a modesto con momentos simpáticos, paródicos y gamberros, mas sin mucho a destacar realmente más allá del trabajo de Bruce Campbell, las participaciones de sus amigos y ya.
Michael Myers
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