Corazón satánico

Lo dice casi al final Harry Angel (Mickey Rourke) pero bien podríamos como espectadores suscribir esta afirmación. Lo extraño de la película es que las claves están ahí, y aunque algunas parezcan evidentes, sobre todo cuando la volvemos a ver, cosa que recomiendo, no somos capaces de descifrarlas. Thriller complejo pero bien explicado lo que es mérito de Alan Parker como guionista, la novela de William Hjortsberg "Falling Angel" es llevada a la gran pantalla, con tal acierto que se ha convertido en una obra de culto, como "Angel Heart", título realmente imposible de traducir al castellano. Nueva York, 1955 y un detective privado, Harry, que es contratado por un misterioso señor Cyphre (Robert De Niro) para encontrar a un individuo desaparecido, un tal Johnny Favourite, antiguo cantante de éxito.

El caso parece sencillo pero no lo es en absoluto. De entrada, la presencia de lo sobrenatural nos deja una sensación de malestar que no desaparece nunca. Magia negra, vudú y enigmáticas visiones se mezclan en un oscuro relato en el que nada parece tener sentido, ni el paradero de Johnny, ni los motivos de su búsqueda, ni los cadáveres que se van sucediendo. Pero al final, las piezas encajan del modo más sorprendente posible, para que luego digan que está todo muy visto en este tipo de películas. Eso sí, hay que estar atentos porque sólo así podremos entender el desenlace, cosa que creo que muy pocos hacen (SPOILER). Al talento de Rourke y De Niro se une la elegante dirección de Parker, con esos ventiladores, los latidos del corazón o los ascensores que siempre bajan. Soberbia.

“El corazón del ángel” es otra de esas películas que pasados unos años después de su cierto fracaso en el momento del estreno es recuperada por algunos aficionados al cine y encumbrada como obra de culto.

Lamentablemente de eso no tiene absolutamente nada. Se trata de un batiburrillo bastante comercial que busca el efecto sonoro del sensacionalismo en demasiadas escenas, ya se sabe que sangre a raudales, sexo y ocultismo es una combinación perfecta para triunfar al menos económicamente. Ya en su momento estuvo calificada para mayores de 18 años y no entró en la categoría X de puro milagro en los siempre puritanos Estados Unidos. No digo que sea para tanto, pero sí tiene un gusto por lo macabro a mi juicio cercano a lo gratuito.

Como digo es esa mezcla de terror satánico, con magia negra y vudú y a la vez con cine negro con fuerte carga erótica, lo que resulta atractivo, a mi juicio es precisamente esto último, el cierto sabor a “film noir” donde encontramos sus mejores momentos narrativos. Por eso los primeros veinte minutos son de notables, para ir progresivamente desinflándose a medida que Alan Parker –el novelista más bien- decide utilizar el susto fácil y sacarse un giro de guión probablemente necesario pero totalmente absurdo e inverosímil.

La película no cuida excesivamente los detalles, no digo los de racord -como que veamos coches ochenteros en la década de los cincuenta-, sino de guión, ya que hay una absoluto desconocimiento ontológico y metafísico de lo que es el alma, pero también de los más elementales principios de la magia negra y el esoterismo afroamericano. Y es que esto de cambiar el alma como si fuera el llavero hay que trabajarlo mucho más si se quiere resultar convincente.

Por cierto parece que el tema estaba de moda en su día, ya que de ese mismo año es por ejemplo “Los creyentes”, una película con muchas semejanzas y de temática parecida, y aunque inferior a esta ninguna de las dos son una maravilla.

Lo mejor sin dudas son las interpretaciones, único verdadero leitmotiv de la cinta, Mickey Rourke está espléndido y Robert De Niro tampoco está nada mal y su sola señorial presencia ayuda en parte a hacer digerible lo irracional de su trama. Por su parte “la chica Cosby”, Lisa Bonet, por mucho que se diga, no aporta gran cosa a no ser que se desnude y fornique estupendamente. Si eso es una actriz revelación, entonces no me extraña que la dieran el premio.

Alan Parker, un director que puede ser muy comercial o muy independiente, según vengan las cosas, nos ofrece aquí una obra que se puede ver, pero que ni es su mejor película ni tiene un guión superoriginal como dicen algunos, porque un guión sólo es bueno o malo, y este está más cercano a lo segundo que a lo primero.

Cruda, calculada, adictiva y fría, he aquí una obra maestra afectada por el "síndrome sospechosos habituales": Pasa desapercibida y encima la imitan hasta la saciedad descaradamente. Con una ambientación que funde a ritmo de jazz el cine de detectives y la plasticidad y fantasía del celuloide de los 80, Alan Parker (gran pulso y sentido del ritmo) fundó y creó la cúspide del thriller fantástico. Un crescendo violento que culmina en un golpe de orquestra propio de la mejor filarmónica a modo de final sublime.


Mickey Rourke, en el excelente papel que todo actor, por discutido que sea, llega a hacer. De Niro, qué decir, se jacta de los pocos minutos que tiene con una presencia y actuación estelar.

A FAVOR

-Una gran actuación de Rourke, y dos apariciones destacables: la de un De Niro que merece la pena ver y la de una Lisa Bonet que pone los pelos y lo que no son pelos (más concretamente, no es un pelo) como escarpias.

-Una fusión de géneros que da lugar a resultados mejorables pero que tiene su atractivo.

-Una banda sonora de primera.

-Una fotografía magnífica e hipnótica.

-Estos dos últimos elementos, dan lugar a lo que probablemente sea lo mejor del filme. Su ambientación. Sonido e imagen la elevan hasta un nivel superior al conjunto final de la película.

EN CONTRA

-El argumento es difuso, totalmente. Uno se pierde en la historia, hay cosas que no se entienden, y el final, alabado por muchos, a mí me parece bastante mal encajado con el desarrollo previo de la historia. Quizá no hubiese forma de encajarlo mejor, pero entonces es que el final es muy simple y trata de remediar los ¿errores? de coherencia o la confusión total de la historia haciendo que los elementos fantásticos de ésta se impongan desmesuradamente sobre los reales. Pero, cierto, era sabido.

-De ese argumento que constantemente provoca la sensación de estar del todo perdido, se desprenden el resto de los fallos capitales de El corazón del ángel, de entre los cuales destaca (como casi único) que a veces te aburres un poco.

-Me toca mucho los huevos que en las películas de este corte traten de inquietar con efectos de sonido del todo exagerados e imprescindibles. Acojonar y sugerir con un plano de un ventilador tiene su mérito, pero tratar de hacerlo con un efecto de sonido que es un puto grito de pánico tope estridente y reverberante metido justo cuando sale la imagen terrorífica de turno, es una gilipollez.

Gran film policial de la década del 80', por 2 grandes motivos: la correctísima dirección de Alan Parker (que casi siempre es seguridad de buenos filmes) y la gran actuación en la piel de el policía Harry Ángel del cuestionado Mickey Rourke (su actuación va creciendo mientras avanza la película hasta bordar lo impecable) que tiene buenos filmes en su juventud, pero que con el paso de los años y con sus problemas de adicción se ha perdido de haber hecho una carrera mas que decente. Nombramiento especial para el papel realizado por De Niro en el que se nota su oficio para actuar.