Duelo final

Chuck Norris uno de los héroes del cine de acción de los 80 rodó su quinta película con capital modesto y una trama sorprendente. Esta fue su puerta a la conquista del reino de las patadas, puñetazos, tiros, venganzas y ajusticiamientos de villanos en la meca del cine, el cine de acción e intriga del entretenimiento más convencional, pero efectivo si se miran los resultados y los fans conseguidos tras los años (y fans en secreto por aquello de las malas miradas, aunque ya en los 90 no era lo que fue en los 80).

'The Octagon" trata sobre una organización secreta de instrucción de una especie de mercenarios terroristas preparados por Ninjas y que otra organización sin nombre especifico pero del lado del bien la esta investigando. Allí auténticos especialistas en las artes marciales enfocados al hacer daño al prójimo se verán amenazados en su ilegalidad y secretismo por Scott James ( Chuck Norris) que al haberle asesinado un compañero se infiltrará alistándose (por qué representa que algo de espía también lo es en la trama) para acabar con esa gentuza. Tendrá el apoyo de una chica guapa, un amigo guapo y por supuesto, un antiguo compañero de armas (Lee Van Cleef) a la vez que se tendrá que enfrentar a un enemigo del pasado con el que tuvo sus enseñanzas en el arte de la lucha que ahora trabaja para esos que solo piensan matar y amenazar.

Bueno, la trama es diferente pero semejante a otras del estilo, pero está puede ser de las pioneras del género en aparecer Ninjas (aunque sea en los diálogos, por qué alguno de negro aparece, pero no tal como los concebimos hoy en día....) todo para salirse de las típicas pelis de acción policíacas y de persecuciones entre malos y buenos al estilo setentero. Esta 'Duelo final" no es la mejor de nuestro héroe que filmada medianamente en su formalidad y en justa medida de aquella época fue un éxito por el impacto que producían estas novedades de kárate y luchas, hoy ya quedan caducas por la explotación del tema y las maneras de realización, sumando que su final es de cierre incompleto por la trama de personajes y de corte final inmediato dejando un poco al personal esperando un The End de mejor estilismo. Defensor a muerte de Chuck Norris y su genialidad única un aprobadillo justillo se lo merece.

5/10 - Peleas medio-correctas en una intriga para distraer al espectador de la época y para incondicionales de Mr. Chuck Norris.

¿Un enemigo oculto con oscuros intereses?? ¿Una banda de ninjas asesinos? ¿Una peligrosa misión internacional y asaltos a fortalezas inexpugnables? ¿Un secundario (Lee Van Cleef) al que interpreta una ex estrella en horas MUY bajas?? No, aunque lo parezca 'The Octagon' -de simplista traducción española como 'El Duelo Final'- no es el debut de Chuck Norris con la Cannon, pero sí igualmente un demente y alucinógeno gazpacho de hostias y conspiraciones surrealsitas en el que aprender las artes ninja es tan fácil como responder a un anuncio clasificado del periódico:
"¿Quieres ser un mercenario?" -si es que decides contestar, tendrás que aguantar las pullas de Aaron Norris mientras te alistas-.
La cosa va de un campeón de artes marciales -era eso o un ex militar que luchó en un comando de élite, o a veces ambos- enfrentado a malvados sicarios y maestros ninja en un guirigay tan lisérgico como distraído y armado de pura evasividad pulp y una propensión para entretenerte tan sólo proporcional a la perplejidad que provocan el pendiente de aro de Lee Van Cleef o ver a Ernie Hudson ('Cazafantasmas') pasándose por la puerta del gimnasio a decir 'hola y adios' a un Art Hindle ('Cromosoma 3') de sujetavelas entrometido mientras el gran protagonista de la función se pasa toda la película hablando en off consigo mismo antes de enfrentarse -previo enfrentamiento a un Richard Norton disfrazado que no cogió la pallola de milagro- a Tadashi Yamashita (que, a diferencia de Chuck Norris, sí aceptaría participar en no una, sino dos de las entregas de 'El guerrero americano'). Dicho de paso, esto es lo más parecido que verás jamás a un capítulo de aquella saga con Chuck Norris enfrentándose a un ejército de ninjas (o a su "hermano", en su versión joven abordada por su peque, Mike Norris, cuyos traumitas pirrarán a los fans de Snake Eyes y Storm Shadow en 'GI Joe').
Dirige Erik Carson, el mismo tipo que enfrentaría a Jean-Claude Van Damme con Shõ Kosugi en 'Águila Negra' (1988). Por lo que sabe cómo manejarse entre shurikens y guerreros en leotardos oscuros.
Aunque no lo olvides: ¡Chuck nunca oculta su identidad ni se tapa la cara!
Un delirio que gana puntos de gracia si la ves con el último doblaje español (el amateur, no el de Héctor Cantolla).

No entiendo las críticas negativas, yo practicaba artes marciales cuando ví esta película de Chuck Norris, de hecho es la que más recuerdos me trae, uno porque en general estábamos aprendiendo a conocer el karate, el tema de los ninja. Hay que entenderla en su contexto de época y de lo inocente que eramos todo un hito, con el gran Chuck Norris